El ayuno intermitente, al alternar entre períodos de comida y ayuno, impulsa el cuerpo a utilizar las reservas de grasa como fuente de energía. Cuando se combina con el entrenamiento, especialmente el cardiovascular y el de resistencia, se potencia la quema de grasa y se promueve la pérdida de peso.
Por otro lado, la combinación de ejercicio y ayuno intermitente puede mejorar la sensibilidad a la insulina. Esto es beneficioso para la regulación del azúcar en sangre y puede reducir el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
La combinación de ejercicio y ayunointermitente puede promover la liberación de factores neurotróficos, sustancias químicas que apoyan la salud y el crecimiento de las células cerebrales. Esto se traduce en mejoras en la función cognitiva y la salud cerebral.
Lo normal es usar esta pauta de alimentación para acelerar el metabolismo y quemar grasa corporal, por lo tanto resulta de especial interés combinarlo con ejercicio para potenciar la quema de grasa”. Es decir, si tu objetivo es perder peso, es una buena opción.
No pasa lo mismo en caso de que estemos en proceso de ganar masa muscular ya que “se requiere una dieta hipercalórica y resulta complicado meter suficientes calorías en solo 2 ingestas o en un periodo de 8 horas”, según los expertos.
La estructura y la disciplina del ayuno intermitente pueden facilitar la adherencia a un estilo de vida saludable. La incorporación del ejercicio refuerza aún más estos hábitos, creando una sinergia positiva para la salud y el bienestar general.
