Quienes se sumergen en esta práctica se tornan adictos, atribuyendo a esta disciplina beneficios tanto físicos como mentales. La clave de su éxito radica en la conexión entre el cuerpo y la mente, ofreciendo un respiro en un mundo acelerado.
Susana Sánchez Diezma, una profesora destacada en el ámbito del Pilates, señala la utilización de máquinas como un elemento fundamental que facilita la ejecución de ejercicios saludables, seguros y adaptados a cada individuo.
La diferencia es notable al compararlo con el Pilates de suelo, ya que el uso de máquinas potencia la efectividad del entrenamiento al ofrecer asistencia en movimientos que de otra manera serían difíciles de lograr.
La verdadera distinción entre el Pilates con máquinas y el practicado en suelo radica en la integralidad y la precisión. Las máquinas permiten una gama más amplia de movimientos, desafiando al cuerpo a ejecutar ejercicios con precisión y seguridad.
