Sin embargo, la buena noticia es que se puede combatir y prevenir este problema mediante una rutina de ejercicios específicos que no solo alivian las varices, sino que también fortalecen los músculos de la pelvis y los muslos.
¿Cómo afecta la mala circulación a las varices? Las varices y las venas varicosas son el resultado de una circulación sanguínea deficiente. Esta condición puede ser exacerbada por un estilo de vida sedentario o la falta de ejercicio, lo que lleva a una acumulación de presión en las venas de las piernas.
El ejercicio regular, especialmente aquel que se centra en las piernas, puede contrarrestar esta presión y mejorar la circulación.
Estimula los músculos: Al activar los músculos de las piernas, estos realizan un “masaje” sobre las venas que colabora en el retorno venoso y en una buena circulación.
Sube escalones: Pon un par de libros en el suelo o algo (estable) que te sirva de escalón.
Alivia la pesadez de las piernas: Tumbada en el suelo eleva las rodillas flexionadas formando un ángulo de 90º.
Existen varios ejercicios efectivos que pueden ayudar a eliminar las varices y mejorar la circulación sanguínea en las piernas. Las opciones como caminar, correr o nadar son excelentes para estimular la circulación.
Además, actividades como el ciclismo y el yoga pueden contribuir significativamente a fortalecer los músculos de las piernas y mejorar el flujo sanguíneo.
