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10 frases que jamás debes decirle a una persona con depresión

Ten cuidado a la hora de comunicarte con personas que padecen depresión y aprovecha estos consejos
Aprende a tratar a una persona con depresión
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Cuando interactúas con alguien que está experimentando depresión, es esencial ser sensible y evitar ciertos comentarios que podrían empeorar la situación. Haz saber a la persona que estás ahí para apoyarla. A veces, solo saber que tienen a alguien en quien confiar puede marcar la diferencia.

Además, la depresión no es simplemente sentirse triste. Evita hacer juicios o minimizar lo que están experimentando. La empatía es clave.

La depresión puede hacer que sea difícil mantener una rutina, pero la estructura puede ser beneficiosa. Anima a la persona a establecer metas diarias alcanzables.

Acepta que puede haber momentos en los que la persona no pueda participar en actividades sociales o incluso en conversaciones. Respeta sus límites y no presiones.

10 frases que no ayudan nada a alguien con depresión

  • No parece que tengas una depresión: En demasiadas ocasiones nos gana el prejuicio de cómo debería ser la imagen ideal de una persona deprimida: triste, hecha polvo, sin arreglar, sin sonreír, llorando constantemente y esto puede ser todo lo contrario.
  • No entiendo por qué estás tan triste, ¡no tienes motivos!: Las causas de la depresión son múltiples, y pasan por factores genéticos, ambientales, circunstanciales y un largo etcétera. Este tipo de frases pueden hacer mucho daño, puesto que restan importancia o minimizan el dolor que sufre la otra persona. Invalidan, por lo tanto, los sentimientos y el sufrimiento de la persona a la que intentamos animar.
  • No valoras la suerte que tienes en la vida, por eso estás así: Este tipo de comentario, además, puede provocar que la persona que lo recibe se sienta tremendamente culpable por no sentirse capaz de superar su enfermedad.
  • Todos tenemos problemas y aprendemos a vivir con ellos. ¡No le des más vueltas!: La depresión no es directamente proporcional a la cantidad de problemas o desgracias que uno sufra en la vida. No a todo el mundo le afectan las cosas de la misma forma, de igual modo que no todo el mundo ha recibido el mismo tipo de educación afectiva, de apego ni dispone de los mismos condicionantes genéticos.
  • ¡Anímate! Si pones de tu parte, seguro que te encuentras mejor: Es tan absurdo y cruel como decirle a una persona con diabetes que no se esfuerza lo suficiente para que su cuerpo genere la insulina que necesita.
  • Piensas demasiado en ti mismo/a, estás siendo muy egoísta: Si esta persona es nuestra pareja, un familiar con el que convivimos o un amigo muy cercano con el que pasamos mucho tiempo y cuya condición nos termina por agotar, frustrar o cansar, entonces ha llegado el momento de poner el énfasis en el autocuidado e incluso de recibir ayuda terapéutica para lidiar mejor con esta circunstancia.
  • Está todo en tu cabeza: piensa que hay enfermedades y problemas mucho peores
  • ¿Estás haciendo deporte y comiendo bien?: Ese tipo de actividades beneficiosas para nuestro estado de ánimo y nuestra salud, no siempre son fáciles de asumir para una persona con depresión. De hecho, pueden suponer un auténtico suplicio lleno de angustia para ellos.
  • Te entiendo perfectamente, yo también he estado muy triste: En primer lugar, la depresión es una patología compleja y grave, que va mucho más allá de estar triste en algún momento. La tristeza, de hecho, es una emoción que vivimos absolutamente todos los seres humanos, independientemente de si sufrimos o no una enfermedad mental.
  • Eres fuerte, así que lo superarás: Salir de una depresión no es cuestión de fortaleza ni debilidad. De hecho, estos conceptos suelen hacer mucho daño, porque invalidan los procesos emocionales.

Recuerda que, aunque tu apoyo puede ser valioso, la depresión es una condición médica que requiere atención profesional. Alentar a la persona a buscar ayuda adecuada es fundamental.