5 frases que no debes decirle a una persona con trastorno de la conducta alimentaria
Los pacientes que luchan contra los trastornos de la conducta alimentaria pueden verse afectados con algunos comentarios, aunque no sean malintencionados.
El apoyo emocional es esencial para aquellos que luchan contra trastornos de la conducta alimentaria, pero a menudo, las palabras bien intencionadas pueden tener un impacto negativo. Aquí te presentamos algunas frases que es mejor evitar al interactuar con personas que enfrentan estos desafíos.
La experiencia de una persona con un trastorno alimentario es real y significativa y cada persona lo transita de una manera diferente. Este diagnóstico va más allá de la simple falta de disfrute de la comida, por lo que evita minimizar la complejidad de estos desafíos.
Antes de buscar culpar a los pacientes, en cambio, ofrece apoyo y en el caso de no disponer de las herramientas necesarias es importante acudir a un profesional de la salud.
La noción de “normalidad” puede ser perjudicial para los pacientes. En lugar de buscar o insistir en la supuesta normalidad, ofrece apoyo en el proceso de recuperación único de cada individuo.
Estas son las 5 frases que no debes decir
- “Come más o come menos”. Comentarios sobre la cantidad de comida pueden aumentar la ansiedad. En lugar de centrarte en la comida, ofrece apoyo emocional y escucha sin juzgar.
- “Deberías tener más voluntad”. Los trastornos alimentarios no son simplemente cuestión de fuerza de voluntad. Son complejos y requieren un enfoque multidisciplinario. Evita culpar a la persona.
- “Te ves mucho mejor ahora”. Comentarios sobre la apariencia física pueden ser interpretados de manera negativa. En lugar de centrarte en el aspecto, elogia logros no relacionados con la apariencia.
- “¿Por qué no puedes comer normalmente?”. La idea de “normalidad” en la alimentación es subjetiva. Evita juicios y en su lugar ofrece comprensión y paciencia.
- “¡Deberías probar esta dieta!” Recomendar dietas puede alimentar comportamientos restrictivos. En lugar de eso, promueve la idea de una alimentación equilibrada y variada.
En resumen, las personas con trastornos de la conducta alimentaria necesitan un entorno comprensivo y sin juicios. Escuchar sin emitir juicios y ofrecer apoyo emocional puede ser más beneficioso que las frases que, aunque bien intencionadas, pueden tener un impacto negativo en la salud mental de quienes enfrentan estos desafíos.