En esta etapa de la vida, adoptar un estilo de vida activo no solo beneficia al individuo en su vida cotidiana, sino que también fomenta un estado de bienestar integral y una buena salud a largo plazo.
¿Cuál es la importancia del ejercicio para una vida saludable?
El ejercicio regular ayuda a mantener y aumentar la masa muscular, lo que a su vez contribuye a mejorar la fuerza, la potencia y el equilibrio.
Esto es especialmente importante para las mujeres que atraviesan la menopausia, ya que son más propensas a la pérdida de masa muscular y ósea.
Fortalece los huesos
La actividad física ayuda a fortalecer los huesos y reducir el riesgo de osteoporosis, una enfermedad que debilita los huesos y los hace más propensos a fracturas.
El ejercicio físico regular puede ayudar a la prevención de enfermedades crónicas como diabetes tipo 2, enfermedades cardíacas y algunos tipos de cáncer.
Ayuda a controlar el peso
La actividad física quema calorías y ayuda a mantener un peso corporal saludable, lo que a su vez reduce el riesgo de padecer diversas enfermedades.
¿Qué significa tener una vida saludable?
Alimentación sana
Llevar una dieta equilibrada y rica en nutrientes esenciales como frutas, verduras, legumbres, cereales integrales y proteínas magras.
Limitar la ingesta de azucares y el consumo de alimentos procesados con alto contenido en grasas saturadas en la vida cotidiana.
Manten una hidratación adecuada, bebe suficiente agua durante el día.
Consumo moderado y responsable de alcohol
Si se decide consumir alcohol, hacerlo con moderación y responsabilidad, siguiendo las recomendaciones de las autoridades de salud.
Evitar el consumo excesivo de alcohol, ya que puede tener consecuencias negativas para la salud física y mental.
Existen alternativas saludables para disfrutar del tiempo libre sin necesidad de consumir alcohol.
Actividad física
Realizar ejercicio físico de forma constante, adaptando la intensidad y el tipo de actividad a las capacidades y necesidades individuales.
La OMS recomienda al menos 30 minutos de actividad física moderada la mayoría de los días de la semana.
El ejercicio no solo beneficia al cuerpo, sino también a la mente y el estado de ánimo, combatiendo el estrés y la ansiedad.
Descanso
Dormir lo suficiente (entre 7 y 8 horas para adultos) en un ambiente adecuado, tranquilo y oscuro.
Establecer horarios regulares de sueño para facilitar el descanso y la recuperación del cuerpo.
Dormir bien permite que el cuerpo se repare y la mente se renueve, mejorando la concentración y el rendimiento.
¿Qué son los hábitos saludables?
Los hábitos saludables son aquellas costumbres y prácticas que contribuyen a nuestro bienestar físico, mental y social.
Son la base fundamental para construir una vida saludable y alcanzar un estado de equilibrio en todos los aspectos de nuestra existencia.
Relaciones sociales
Cultivar relaciones sanas y enriquecedoras con familiares, amigos y seres queridos.
Sentirse conectado con otras personas contribuye a un mayor bienestar emocional y autoestima.
Entrenar después de los 50 | Mantente activo, saludable y conectado con tu comunidad. Fuente: Freepik
Bienestar emocional en armonía
Cultivar actitudes positivas como la alegría, la gratitud, la esperanza y el optimismo.
Practicar actividades placenteras que generen satisfacción, disfrute personal y momentos de ocio.
Encontrar un sentido en la vida que aporte motivación, propósito y realización.
Tener salud mental
Cuidar la salud mental es tan importante como la salud física.
Practicar técnicas de relajación como la meditación o el yoga pueden ayudar a reducir el estrés y la ansiedad.
Buscar ayuda profesional si se experimentan problemas de salud mental como depresión o ansiedad.
¿Como cuidar la salud?
Practicar técnicas de relajación como la meditación, la respiración profunda o actividades que promuevan la calma y la tranquilidad.
Realizar chequeos médicos regulares y seguir las recomendaciones de salud pública, como vacunas y exámenes de detección.
Mantener el consumo de alcohol dentro de límites saludables y evitar fumar y el consumo de tabaco.
Mantener conexiones sociales significativas y apoyo emocional puede mejorar la salud mental y emocional.
Más allá de fortalecer el cuerpo y mejorar la flexibilidad, el ejercicio regular contribuye a mantener una buena salud cardiovascular y fortalece los huesos.
Estos hábitos no solo benefician al individuo en su vida diaria y en la rutina de ejercicio, sino que también promueven el bienestar emocional y una calidad de vida sana en general.
Al integrar el entrenamiento en la vida cotidiana, se fomenta un envejecimiento saludable y se establece una base sólida para disfrutar de una buena salud a largo plazo
Licenciada en Comunicación Social egresada de la Universidad Juan Agustín Maza. Me desempeñé durante siete años como Coordinadora de Desarrollo Social en la Municipalidad de Las Heras, Mendoza, Argentina. Diplomada en Marketing Digital por la Universidad de Cuyo. Me apasionan los deportes, especialmente el fútbol y el futsal.
