Tener un cuerpo fit, es el sueño de muchos, pero a veces el hecho de tener que ir a un gimnasio sin conocer nada y comenzar a entrenar, es lo que nos detiene. Ese no saber por dónde empezar, no mantiene deseando algo, que si no nos ponemos a ejercitar, difícilmente vaya a llegar.
Para ayudarte a que puedas sortear esta barrera, hoy te traemos tres ejercicios para que practiques en tu casa y no te sientas “sapo de otro pozo” cuando empieces a entrenar en un gimnasio.
Los expertos recomiendan empezar con ejercicios polimétricos, ya que estos no requieren equipamiento, no necesitan demasiado espacio y son altamente efectivos.
Los ejercicios pliométricos se realizan a intervalos cortos pero muy intensos de actividad física. Con esta forma de entrenar se activan las fibras musculares de contracción rápida y son ellas las que nos ayudarán a tener fuerza y velocidad.
Este tipo de entrenamiento es el mismo que usan los grandes atletas del baloncesto, el voleibol, el tenis e incluso el atletismo, porque también los ayuda con la coordinación y la flexibilidad, además de brindarle ganancia es su fuerza, su potencia y agilidad.
La magnifico de este tipo de ejercicios es apto para todas las personas, el único cuidado que debes de tener, es adaptarlo a tu condición física y tus capacidades, de manera de sacarle el mejor de los provechos, sin lesionarte.
Los tres ejercicios
Saltos laterales: Es un ejercicio muy sencillo. Sitúate con los pies juntos. Da un salto hacia la izquierda, lo más lejos que puedas, apoyando el pie izquierdo en la bajada, y después el derecho. Repite con el otro lado y, así, sucesivamente. Haz 15 repeticiones y lo ideal sería hacer tres series.
Saltar a la cuerda o soga: Es uno de los mejores ejercicios pliométricos, porque el tiempo que pasas en contacto con el suelo es mínimo, lo que mejorará tu equilibrio y coordinación. Empieza de a poco, con 2 minutos a intervalo de 30 segundos puedes hacer la diferencia. A medida que vayas avanzando podrás hacer los dos minutos sin descansar y luego irás sumando más tiempo.
Saltos hacia delante: otra vez, de pie, con los pies juntos. Dobla un poco las rodillas, y da un gran salto hacia delante, aterrizando con uno o con los dos pies, según tu nivel. Gira y vuelve al lugar donde empezaste. Intenta hacer tres series de 10 saltos, descansando entre series unos 30 segundos.
Con estos ejercicios puedes empezar a movilizar tu cuerpo para no sentir que no conectas en el gimnasio cuando decidas asistir a él. Para evitar lesionarte ten en cuenta que la superficie en donde hagas estos ejercicios debe ser firme y segura, aunque no muy duras. Un buen lugar para iniciar es sobre una superficie con césped.
No intentes hacer más de lo que puedes en un principio, cuida tus saltos, no importa que sean cortitos, lo importante es empezar, y que puedas lograr el cuerpo que siempre has querido tener. ¡Adelante!
