De acuerdo a una investigación realizada por la Universidad de California en Irvine (EU), la mejor hora para hacer ejercicio es por la mañana, justo después de levantarse de la cama, debido a que esto ayuda a acelerar el metabolismo, levantar el ánimo y reducir el estrés. Hacer deporte al empezar el día, hará que el cuerpo genere dopamina, serotonina y endorfinas, las hormonas de la felicidad que ayudan a sentirnos bien.
Por su parte, los científicos del Instituto de Ciencia Weizmann de Israel, señalan que el mejor momento para hacer deporte es al caer la tarde y en las primeras horas de la noche, ya que es cuando la actividad física resulta más eficiente, porque el consumo de oxígeno es menor, las personas tienen más fuerza, resistencia y la temperatura corporal es más elevada, lo que hace que el cuerpo que más calorías.
Ambos momentos del día tienen sus ventajas, aunque también sus inconvenientes, y en cualquier caso, la mejor hora es la que permita conseguir una rutina.
Se puede establecer una rutina. Entrenar a primera hora no deja espacio para las excusas.
Mejora el ciclo de sueño. Si se convierte en un hábito, se favorece el ritmo cicardiano que hace que el cuerpo esté alerta por la mañana y cansado por la noche, lo que ayuda a dormir mejor y hanar musculatura.
Se quema más grasa. Entrenar en ayunas quema más grasa que hacerlo después de una comida, porque el cuerpo utiliza las reservas de grasa para hacer el ejercicio.
Aumenta la energía. Hacer ejercicio activa y pone alerta a quien lo practica.
Mejora el estado de ánimo. Las endorfinas y hormonas de la felicidad que se segregan consiguen que la persona se sienta bien.
El rendimiento físico es mejor. Quienes hacen ejercicio por la noche tardan hasta un 20% más en llegar al punto del agotamiento.
Se necesita menos calentamiento. El cuerpo va calentando a lo largo de toda la jornada, así que se precisa menos tiempo para alcanzar el ritmo óptimo de entrenamiento.
Las hormonas te ayuda. En especial los hombres, producen más testosterona en los entrenamientos vespertinos que en los matutinos.
Alivia el estrés. Hacer ejercicio por la noche ayuda a librarse de las preocupaciones de la jornada.
Favorece hábitos saludables. Tener una rutina de ejercicio reemplaza costumbres como comer y ver televisión antes de dormir.
