Es normal sentir ira de vez en cuando, cuando se apodera de nosotros y no la controlamos, puede tener consecuencias negativas en nuestras relaciones, nuestro trabajo y nuestra salud mental y física.
Controlar la ira no siempre es fácil, pero existen técnicas que pueden ayudarnos a manejarla de forma efectiva.
Tomar una pausa para reorganizar la actitud frente a la situación que provoca la ira. Dar un paseo o practicar deporte puede ser una buena manera de poner distancia y mantener el control.
3. El truco de entrenar la relajación
Practicar técnicas de respiración profunda, visualización y ejercicios lentos como el yoga puede ayudar a relajar los músculos y calmar la mente.
Controlar la ira es un proceso que requiere práctica y paciencia. No te desanimes si no logras controlarla de inmediato.
Licenciada en Comunicación Social egresada de la Universidad Juan Agustín Maza. Me desempeñé durante siete años como Coordinadora de Desarrollo Social en la Municipalidad de Las Heras, Mendoza, Argentina. Diplomada en Marketing Digital por la Universidad de Cuyo. Me apasionan los deportes, especialmente el fútbol y el futsal.