Ingerir bebidas alcohólicas es algo muy común en nuestra sociedad, ¿quién no se junta con amigos y se toma unas cervezas o un vinito? Estamos acostumbrados, es normal, pero no podemos dejar de saber que el alcohol es una droga que actúa sobre el sistema nerviosos central, provocando dependencia.
De acuerdo a Marta Casado, presidenta de la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD), el alcohol: “es una sustancia tóxica para todo el organismo, siendo sobre todo un potente tóxico sobre nuestro hígado”.
En ese sentido explica que ante el consumo en exceso, la primera consecuencia que aparecerá “es el acumulo de grasa en el hígado, que ocurre en todas las personas que consumen alcohol en exceso y la persistencia del consumo de alcohol hace que la grasa inflame el hígado, apareciendo fibrosis que eventualmente puede evolucionar a la cirrosis”.
Además la especialista enumera una gran cantidad de dolencias relacionadas con el consumo de alcohol: “provoca más de 200 enfermedades y está relacionado con más de 40 cánceres”, sin contar que produce “alteraciones cardíacas, hepatitis, úlceras de estómago o síndrome de mala absorción a nivel intestinal”, según señala Pascual.
Los cambios en tu cuerpo si dejas de consumir alcohol
“Dejar de beber alcohol se asocia a múltiples beneficios, algunos a corto plazo, como es una mayor sensación de salud y bienestar o la mejoría en la calidad de vida, y otros a largo plazo, como es la prevención del desarrollo de enfermedades como la cirrosis, determinados tipos de cáncer o el riesgo de enfermedades cardiovasculares.” explica Casado.
Al dejar de beber alcohol se logra una mayor capacidad de concentración
Mejora en la atención y el estado de ánimo
Mejor rendimiento laboral
Mejoría de las relaciones personales y familiares.
Desaparición de los síntomas asociados a las enfermedades provocadas por el consumo de alcohol como los trastornos digestivos.
De acuerdo a lo asegurado por la especialista en este tema los beneficios de dejar de consumir alcohol se empiezan a notar a partir de “los 10-15 días de dejar de beber”. En cuanto al hígado, Casado cuanta que “en fases tempranas de daño hepático producido por el alcohol, tras 3 meses de abstinencia, el hígado vuelve a la normalidad”.
