La halitosis, comúnmente conocida como mal aliento, tiene una cercana relación con la higiene bucal, pero hay muchos casos que se deben a una mala nutrición.
La alimentación tiene un papel fundamental en todo el organismo, desde mantener un cuerpo esbelto, los cambios hormonales y hasta la halitosis, la falta de vitaminas esenciales pueden causar estragos en el organismo.
Según la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, MedlinePlus, “no lavarse los dientes o no usar hilo dental regularmente hace que compuestos de azufre sean liberados por las bacterias en la boca”. La aparición de halitosis no solo tiene consecuencias en la salud, sino a nivel psicológico que afectan la vida diaria, las relaciones sociales, afectivas y profesionales.
Para subsanar el mal aliento la Asociación Dental Americana sugiere la necesidad de cepillar los dientes al menos dos veces al día con pasta dental, por dos minutos y así eliminar los restos de comida y las bacterias que quedan atrapadas en la boca.
Otro detalle que indican que es fundamental prestar atención a los alimentos que se ingieren, como lo es el ajo y la cebolla o hábitos cuestionables por los médicos, como el tabaquismo, el alcohol y el exceso de café, todos pueden producir muy mal aliento.
La alimentación y su incidencia en el mal aliento
Según los expertos en halitosis, cuando surge el mal aliento puede ser por falta de una vitamina. Recordemos que las vitaminas son fundamentales para el correcto funcionamiento del organismo y la prevención de diferentes enfermedades.
Justamente es la falta de vitamina D, la que puede provocar halitosis en un apersona. Este nutriente es clave para el buen funcionamiento del sistema inmunológico.
Otro de los efectos de la falta de esta vitamina son la acumulación de gases intestinales, que indefectiblemente lleva a tener halitosis.
Para obtener la vitamina D necesaria para el correcto funcionamiento de nuestro cuerpo o primero es una prolongada exposición del sol, evitando las horas que este hace daño.
Lo segundo es el consumo de alimentos pescados grasos, como la trucha, el salmón, el atún y la caballa, así como los aceites de hígado de pescado, que son las mejores fuentes naturales de vitamina D.
El hígado de ganado vacuno, la yema de huevo y el queso también contienen cantidades pequeñas de vitamina D.
Algunos hongos aportan algo de vitamina D.
Pero los especialistas también recomiendan hacerse de vitamina D a través de suplementos, ya que en algunos casos el cuerpo no logra asimilar la cantidad suficiente.
Si tienes halitosis o mal aliento o conoces a una persona que lo sufra, no dudes en consultar en primera instancia a un dentista y luego a un profesional de la salud para que analice si tienes faltante de vitamina D y como debes actuar al respeto.
