¿De qué está hecho el anís y qué beneficios tiene para la salud?
El anís puede ser un gran aliado para quienes lo consumen, pero no hay que abusar de su ingesta para evitar problemas de alcoholismo.El consumo de bebidas alcohólicas es relativamente frecuente en nuestro país, por eso no es raro que los mexicanos sean fans del tepache, el pulque, la cerveza y hasta que empleen el tequila como ayudante al momento de bajar de peso.
Entre la variedad de bebidas que tenemos a disposición destaca una que suele ser consumida por la gente mayor o ‘los abuelitos’, quienes se toman un trago justo después de comer.
Se trata nada más y nada menos que del anís, un destilado cuya preparación se basa en las semillas de la planta del mismo nombre que proviene de Asia.
Durante su elaboración, las hojas que son la materia prima se remojan en agua y alcohol, con un tiempo de reposo que puede ir de un par de horas a varios días.
Posteriormente, dicha mezcla se expone al calor para que se desprendan vapores y algunos gases. Esto, mediante un conducto especial, desembocará en un recipiente que se refrigerará y volverá a convertirse en líquido para comenzar con todo el proceso nuevamente (lo que es conocido como un doble proceso de destilación).
Si se toma con moderación, el anís puede traer grandes beneficios para el estado de salud de sus consumidores. Entre los aportes destacan los siguientes:
- Calma los cólicos
- Reduce molestias intestinales
- Ayuda en la digestión
- Ayuda a combatir la acidez
- Ayuda a que la digestión sea más rápida
Sobre este último punto se sabe que esa es la razón por las que algunas personas ingieren un ‘shot’ justo después de terminar sus alimentos, pues al parecer contribuye a que no se presente el incómodo estreñimiento.
¿Qué tipo de alcohol es el anís?
Debido a su proceso de destilación, el anís es un licor de fuerte sabor que puede quemar la garganta si no se ingiere con las precauciones necesarias.
Para que no provoque afectaciones en el paladar, lo ideal es mezclarlo con otras bebidas para alcanzar a percibir un tono más dulce y ligero. Destaca la existencia de tres variedades:
- Anís seco: casi no tiene azúcar y se presenta con una graduación alcohólica de alrededor de 40 grados.
- Anís semiseco: tiene entre 20 y 100 gramos de azúcar por litro, con alrededor de 37-38 grados de alcohol.
- Anís dulce: supera los 100 gramos de azúcar por litro en su composición, con unos 35 grados de alcohol en su composición.
Hay quienes optan por echarle este líquido a su café. Y por supuesto, cómo olvidar que las plantas de que son materia prima también se emplean en la elaboración de los dulces del mismo sabor.
Como se mencionó anteriormente, consumir cualquier tipo de bebida alcohólica requiere moderación y autocontrol; el caso del anís no es la excepción, por eso hay que tener prudencia pese a que los beneficios para la salud son evidentes con su consumo.