La clave para que en platillo quede delicioso está en la cantidad de sal que se le pone, ya que si le falta o sobra, su sabor queda completamente arruinado.
En caso de que a la comida le falte sal, que es dañina si consumes más de lo debido, la solución es simplemente agregarle la necesaria, pero cuando queda salada es más difícil resolver el problema, aunque -afortunadamente- sí se puede.
Si eres de las personas que no sabe calcular la cantidad de sal en la comida y siempre se te pasa la mano con ella, aquí te damos unos tips para que le quites lo salado a tus platillos.
Si tu guiso o sopa te quedó salada, añade un trozo de papa a tu preparación, el almidón que tiene este tubérculo absorberá el exceso de sal. Deja que se cocine por unos 10 minutos y después retira con ayuda de una cuchara.
En caso de que, lo que estés cocinando sea una crema, salsa o sopa que incluya leche en sus ingredientes, añade un poco más de este producto para reducir el sabor a sal.
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Agua
La solución más simple para un platillo salado, es agregar más agua y dejar cocinar durante más minutos de lo que se tenía planeado. Aunque con este método no se alteran los sabores generales del platillo, debes cuidar no sobrecocerlo.
Un ingrediente ácido
Usa un ingrediente ácido como jugo de limón, jugo de jitomate, vinagre o vino, el que le vaya mejor a tu receta, para disimular el exceso de sal.
Pan
El pan es otro ingrediente que funciona muy bien para quitarle lo salado a la comida, porque absorbe el exceso de sal. Funciona de la misma manera que con la papa, el único problema del pan es que si lo dejas demasiado tiempo tiende a deshacerse, para que eso no suceda, debes estar muy atento, con la finalidad de retirarlo a tiempo.
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Para que tu comida no quede salada -y no tengas que recurrir a ningún truco-, lo recomendable es añadir poco a poco sal e ir probando la comida. Recuerda que, cuando los alimentos hierven, el sabor de dicho ingrediente se potencia, es por ello que no debe agregarse todo desde el principio.
