La vez que Jaime Lozano hizo un gol y le cambió la vida a una familia

Pasó poco menos de una semana de la coronación de la Selección Mexicana en la Copa de Oro 2023. Tras la destitución de Diego Coca, Jaime Lozano fue el encargado de enderezar el barco y devolver la alegría en tierras aztecas.

Jimmy, como jugador, pasó toda su carrera en el futbol de México. Nació futbolísticamente en Pumas de la UNAM en la temporada 1998 y colgó los botines en el mismo club, en 2013. En el medio pasó por Atlético Celaya, Tigres, Cruz Azul y Monarcas Morelia.

La inolvidable y emotiva anécdota de Jaime Lozano

• Lozano defendió la playera de Tigres durante tres ciclos.
• En el segundo de ellos, vivió un momento que no olvidará en su vida.
• Para comenzar, contó: “Una cosa muy linda que me llegó a pasar en alguna ocasión, en el 2003 o 2004, teníamos que ganarle a Pachuca en CU e íbamos perdiendo creo que 2-0 o 3-0 y al final hice un gol, el 2-1, y era un gol que para uno no tenía mucho sentido porque sabíamos que teníamos que ganar, ni siquiera el empate nos daba para aspirar a clasificar”
• “Me entregan un diploma con mi nombre y firmado por ellos. Entonces ella me dice ‘sí, soy la señora ‘tal’, somos la familia ‘tal’ y este es un agradecimiento porque usted me salvó la vida’. Entonces yo le dije, ‘¿cómo que yo le salvé la vida?’, y ella me dijo ‘sí, por el gol que usted le hizo al Pachuca en el minuto ‘tal’ me donaron un riñón y hoy puedo contarla’”, añadió Lozano.
• “Me volteé a dejar el diploma y quería llorar, no lo podía creer, dije ‘¿cómo es posible que algo que para mí fue algo (no tan significativo)?’ porque me acuerdo del gol, creo que fue de los pocos que ni festejé. Me dije ‘¿cómo le puedes cambiar la vida a alguien por algo que tú haces?, algo a lo que tú te dedicas y es hermoso’. El futbol es mi vida, es lo que más me gusta hacer y siempre lo he dicho: es lo único que sé hacer bien”, sentenció el DT de la Selección Mexicana.

Jaime Lozano | El entrenador del Tri recibió una sorpresa inesperada. Crédito: Vanguardia.

En la temporada 2002/03, en medio del segundo de sus tres ciclos en Tigres, protagonizó un momento que lo dejó marcado de por vida. Luego del gol que le convirtió a Pachuca, una familia se acercó y le dejó un obsequió que Lozano nunca jamás podrá olvidar.