El ejercicio comienza con una meditación guiada para enfocarse en la respiración y conectar con el presente.
Luego, se invita a las parejas a explorar el cuerpo del otro a través del tacto ligero, sin expectativas ni objetivos específicos.
El objetivo es descubrir las zonas erógenas de manera gradual, prestando atención a las señales no verbales que emite la pareja, como sonidos, movimientos o expresiones faciales.
La comunicación verbal se elimina durante el ejercicio, fomentando la conexión intuitiva y la atención plena.
Conexión sexual | Descubre las zonas erógenas de tu pareja a través de señales no verbales. Fuente: Pexels
Las parejas aprenden a interpretar las señales del cuerpo del otro para saber qué les resulta placentero y qué no.
Esto genera un espacio de confianza y vulnerabilidad que fortalece la intimidad.
Exploración gradual
El sexo tántrico no busca la penetración ni el orgasmo como objetivos finales.
Se trata de un proceso lento y gradual que permite a las parejas disfrutar de cada momento y experimentar una conexión profunda.
La respiración consciente y el contacto físico suave son claves para prolongar la excitación y aumentar la sensibilidad.
Esto puedes hacer ante la falta de libido y pasión con tu pareja: el sexo tántrico. Al explorar conscientemente las zonas erógenas y comunicarse a través de señales no verbales, esta práctica no solo intensifica la conexión física sino también la emocional.
Licenciada en Comunicación Social egresada de la Universidad Juan Agustín Maza. Me desempeñé durante siete años como Coordinadora de Desarrollo Social en la Municipalidad de Las Heras, Mendoza, Argentina. Diplomada en Marketing Digital por la Universidad de Cuyo. Me apasionan los deportes, especialmente el fútbol y el futsal.