Prestándole atención a los alimentos que ingerimos podemos reducir considerablemente el riesgo cardiovascular, mejorando así la función de dicho órgano.
La mejor manera de tener un corazón sano
Incrementa el consumo de grasas saludables
Los mejores nutrientes para la salud cardiovascular son los ácidos grasos insaturados.
El aporte regular de ácidos grasos de la serie omega 3 consigue mejorar la función del corazón, reduciendo el riesgo de sufrir patologías complejas.
Los lípidos que sí resultan nocivos son los de tipo trans.
Estos se obtienen a partir de someter a otros tipos de grasas a temperaturas elevadas.
Son característicos de los fritos, de los rebozados y de los productos industriales.
Es necesario tener en cuenta el aporte de micronutrientes.
Un exceso de sodio podría incrementar el estado de hipertensión, en el caso de que este ya se haya manifestado de manera patológica.
Resulta importante monitorizar la ingesta de vitamina D.
Este nutriente posee la capacidad de prevenir muchas enfermedades complejas.
Para asegurar su ingesta es preciso consumir con regularidad pescados azules, huevos y lácteos enriquecidos.
Además, es necesaria la exposición regular a la luz solar, ya que dicho hábito facilita la síntesis de esta vitamina tan necesaria para el organismo.
Cuidado con el alcohol
El alcohol consigue empeorar la salud en todas sus vertientes y para el sistema cardiovascular no resulta nada beneficioso.
Para garantizar un correcto estado de hidratación el mejor líquido que podemos incluir en la dieta es el agua.
Incluso los zumos están contraindicados cuando aparecen en exceso, debido a su aporte de azúcares simples.
Por descontado, los refrescos azucarados no son nada aconsejables.
La dieta influye en la salud del corazón
La dieta es un determinante a la hora de valorar la salud cardiovascular.
Para mantener un corazón saludable es imprescindible incluir en la alimentación productos frescos, ricos en grasas de calidad y en compuestos antioxidantes.
Asimismo, resulta primordial limitar la ingesta de grasas trans, de alcohol, de azúcares simples y de comida ultraprocesada.
Con estas pautas nutricionales y la práctica de ejercicio de manera regular se podrán prevenir las enfermedades de tipo cardiovascular.