¿Tienes síndrome de fatiga crónica? Descúbrelo con estos tips

Si sientes que vives agotado y que ni siquiera el reposo te ayuda a estar mejor, es muy posible que tengas síndrome de fatiga crónica, se trata de una enfermedad de origen neurológico. Si bien aun no se sabe cuál es el origen de esta enfermedad, se cree que es multifactorial y que la predisposición genética juega un papel importante.

Se caracteriza por la aparición de una fatiga que no permite realizar casi ningún esfuerzo y que persiste al menos por 6 meses. Aunque la persona que la padece, no tiene ninguna enfermedad que justifique este cansancio extremo, su vida se ve reducida a nada, ya que con el cansancio físico viene el mental.

Las personas con síndrome de fatiga crónica presentan falta de concentración, dificultad para retener hechos recientes, enlentecimiento del curso de pensamiento, somnolencia diurna y problemas durante el sueño, que se convierte en superficial y no reparador, explica Joaquím Fernández Solá, jefe de la Unidad de Síndromes de Sensibilización Central del Hospital Clínic de Barcelona.

En tanto, Ramón Sanmartín, responsable clínico de Fatiga Crónica de la Unidad de Síndromes de Sensibilización Central del Hospital Universitario Vall d’Hebrón, de Barcelona, afirma que “a veces al hablar se quedan sin palabras. Saben lo que quieren decir pero les cuesta un poco más”.

A esta fatiga desmesurada se le suman otros síntomas como dolor óseo y muscular, dolor de cabeza, dolor de garganta, febrícula oscilante y ganglios inflamados.

“Por regla general, es una presentación progresiva en la que van añadiéndose síntomas y la persona suma limitaciones para hacer actividades que hacía previamente sin ningún problema. Empieza a costarles hasta el hecho de caminar, ya que al recorrer una distancia corta aparece una pequeña fatiga”, explica Sanmartín.

“A veces el hecho de ducharse y secarse con la toalla genera una importante fatiga. En algunos casos la persona necesita ayuda o supervisión porque no es capaz de hacer estas pequeñas cosas” añade el profesional

Luego continua explicando: “Hay personas que no tienen unos síntomas tan intensos y van haciendo una vida relativamente normal, pero van al ralentí y con dificultades para llevar a cabo las actividades diarias”.

Causas probables de la fatiga crónica

Aunque no se conoce su causa exacta “es una enfermedad que queremos deslindar de un origen psicológico, porque no lo es. Antes se creía que era un problema adaptativo, de origen pseudodepresivo, Ya sabemos que no”, dice Fernández Sola.

Una de las posibles causas es la predisposición genética, que es más frecuente en mujeres. Esto no significa que vaya a darse, solo simplemente que hay una mayor posibilidad de padecerla que para otras personas.

Los posibles desencadenantes de la fatiga crónica

• Infecciones víricas: Especialmente el virus de Epstein-Barr, que causa la mononucleosis infecciosa, pero también puede asociarse a otras infecciones, como el VIH, la hepatitis C, la Covid-19.

• Reacciones a fármacos.
• Una operación, un accidente, un problema laboral o familiar, es decir, situaciones que estresan a la persona y la hacen susceptible de desarrollar un síndrome de fatiga crónica.
• Factores ambientales.
• “El promedio el perfil del paciente es el de una mujer de 45 años que previamente tiene una cierta limitación funcional, pero que después de exponerse a un factor desencadenante inicia un grado mayor de fatiga que la limita y que persiste con oscilaciones”, explica Fernández Solá.

Algunos estudios relacionan el síndrome de fatiga crónica con cambios intestinales

1. Dos estudios recientes publicados en la revista Cell Host and Microbe han revelado cambios en el microbioma de pacientes afectados por el síndrome de fatiga crónica.
2. Jordi Casademont, director del Servicio de Medicina Interna y responsable de la Unidad Funcional de Fibromialgia y Síndrome de Fatiga Crónica en el Hospital Sant Pau de Barcelona, a Science Media Centre (SMC) cuenta que “la microbiota intestinal es, sin duda, un campo muy interesante de estudio, pero de momento podríamos decir que se está en fase de recogida de información y no de sacar demasiadas conclusiones”.
3. Los científicos han hallado una menor cantidad de butirato, factor relacionado con la protección de la barrera intestinal y de otras bacterias que lo producen.
4. El experto agrega que hay unas variaciones enormes entre individuos relacionadas con muchísimos parámetros “que apenas conocemos y es aventurado intentar sacar conclusiones que sean de utilidad práctica”.

Cada persona es un mundo y lo mismo pasa con esta enfermedad en la que cada paciente la vive diferente. Si te sientes identificado o identificada con algunas de estas características, no dudes en consultar con un profesional.