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Aprende a manejar tu mal humor y no afectar a los demás con estos consejos

Dos reconocidos psicólogos expertos en el tema nos dan tips para poder manejar estas situaciones.
Dos reconocidos psicologos brindan tips para cambira nuestro estado de animo. Foto: @ShowmundialShow
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Todos tenemos esos días en que nos sentimos tan frustrados que no nos aguantamos ni nosotros mismo. Ese momento en que queremos vacaciones de nuestra vida porque todo nos sale mal.

A tal punto llega nuestro mal humor que las personas más cercanas a nosotros son las que pagan los platos rotos, pues nos enojamos con ellas y solemos tener un trato poco agradable.

Para poder hablar de este tema, hemos tomado las palabras y consejos de dos reconocidos expertos en psicología, quienes nos ayudarán a entender como llegamos a esta situación. A su vez los profesionales nos darán distintas estrategias para poder manejar estos momentos y no terminar maltratando a nuestros seres más cercanos.

Laura Fuster, psicóloga clínica explica:”Cuando estamos de mal humor cualquier situación sin importancia puede molestarnos” y cuando esto sucede todos reaccionamos diferente. Aunque la experta indica que “lo más común estar serio, menos participativo y mostrarse irritable”.

Luego Foster da un ejemplo en el cual una persona empieza su mañana de mala manera, ya que el despertador no le suena y todo comienza más tarde y apurado. Quizás no alcanza a desayunar y pierde el autobús con lo que ya llegar a horario al trabajo no es una opción.

“Todos estos pequeños eventos van añadiendo frustración. Cuando llega al trabajo no habla con sus compañeros, si alguien le hace una broma probablemente le siente mal, a la hora de la pausa quizá opte por aislarse y si hay alguna situación conflictiva es posible que se enfade o conteste con irritación e incluso ira” explica.

Llegar tarde al trabajo, o perder el autobús, no debería tener gran efecto en nuestra día, “pero lo que realmente nos pone de mal humor son los pensamientos que elaboramos sobre este hecho y sus repercusiones”, manifiesta Fuster.

Lo más probable es que el hombre del ejemplo haya pensando “seguro que llego muy tarde”, “todos los compañeros se van a dar cuenta”, “pensarán de mí que soy irresponsable”, “no podré avanzar todo lo que quería en mi trabajo”, “se enterará el jefe”, “me despedirán”, todos pensamientos negativos.

“Por lo tanto, de una situación más o menos simple podemos acabar generando pensamientos extremos y catastróficos” afirma la experta.

Son este tipo de situaciones las que nos ponen de mal humor, si bien parecen detalles mínimos pueden hacer mella en una persona. “La clave está en que lo importante no es lo que nos pasa, sino en cómo interpretamos lo que nos sucede” afirma Fuster.

Por su parte el psicólogo Luis Miguel Real asegura que las situaciones que nos pueden poner de mal humor son infinitas “yendo desde frustración con la política a agobio en el trabajo, pasando por un tiempo meteorológico que a lo mejor no es el que esperábamos para ese día”.

También asegura que los factores hormonales y contextuales asociados con el comportamiento de las personas con las que nos relacionamos.

A lo que el experto acota: “Y debemos asumir que estar de mal humor en ocasiones es normal y que lo importante es cómo reaccionamos ante lo que nos sucede”.

Los pasos para manejar el mal humor

Según Real, identificar y reconocer que nos sentimos irritados, frustrados o enfadados es el primer paso; “porque al ser conscientes de ello vamos a evitar otro tipo de situaciones que no son convenientes en ese momento”, aconseja el especialista.

“En no pocas ocasiones es que nos cuesta aceptar que estamos pasando por un estado de este tipo y tendemos a taparlo, de modo que al final acabamos explotando y pagando nuestra frustración con las personas más cercanas de una manera desproporcionada y ante un hecho nimio”.

Un segundo paso es verbalizar lo que nos pasa: “Si avisamos a las personas con quienes convivimos o quienes más nos relacionamos que estamos de mal humor” lo más probable es que nos entiendan.

“Si les pedimos que tengan un poquito de paciencia seguramente van a evitar comentarios o situaciones que no vamos a tolerar bien y todo va a ser más fácil, para ello lo primero es reconocer nuestro estado y dar a nuestro entorno la posibilidad de que nos presten ayuda”, indica Real.

Muchas veces pasa que no tenemos la confianza suficiente con las personas que nos relacionamos y “cuando llegamos a casa y terminamos saltando fácilmente o pagando nuestro estado con quienes más queremos”, explica Laura Fuster

Otra estrategia que proponen los profesionales es “darnos un tiempo de silencio explica Real. Podemos salir a dar un paseo para cambiar el aire y relajar nuestros pensamientos.

“Tratar de airearnos nos hace desconectar y separarnos de los pensamientos que nos estaban generando tensión. Las dificultades no van a desaparecer pero sí va cambiar la forma en que nos enfrentamos a ellas”, asegura Real

Fuster señala que con la terapia cognitivo conductual “analizamos los pensamientos que nos hacen daño para cambiarlos por otros más sanos y objetivos, que nos permitan reducir el estrés y tomar mejores decisiones”.

Según Fuster este es el ABC para tomar decisiones

  • “Los pensamientos son los que crean las emociones de frustración y enfado. Debemos saber qué pensamientos son los más comunes en nosotros y cambiarlos por otros menos negativos y más sanos.
  • “Es algo que no solemos hacer pero que es clave: avisar a la otra persona de que estamos de mal humor. Esto evitaría muchos problemas. Por ejemplo, cuando llegamos a casa después de un largo día de trabajo decir: “Hoy he tenido un mal día, después de la ducha te cuento”. De este modo, tengo un rato para relajarme y la conversación posterior será mucho más calmada”.
  • “Podemos buscar actividades que no nos ocupen mucho tiempo como escuchar nuestra canción favorita, danos una ducha relajante, llamar a un amigo, estar un rato en silencio, hacer deporte, etc.”.
  • “Si notamos que solos no podemos es útil buscar el consejo y la ayuda de un profesional, un psicólogo cognitivo conductual puede ayudar a enfrentar este tipo de situaciones”.

Si tu día empieza con el pie izquierdo, no te dejes llevar por las circunstancias y frena un ratito. Tómate 5 minutos, para dejar el mal humor atrás, no habrá gran diferencia en tu tiempo, pero pueden cambiar tu jornada.

Respira, relájate, camina, intenta frenar los pensamientos negativos y date un mimo que te ayude a seguir adelante.