Sí te puedes morir de la risa: la historia de Crisipo, el hombre que perdió la vida por ser feliz

¿Has escuchado la frase "me muero de la risa"? Pues no la tomes tan a la ligera porque de hecho una persona sí experimentó esta dramática situación. Ahora te contaremos la historia de Crisipo, el hombre que perdió la vida por ser feliz. Te sorprenderá conocer lo que hay detrás de su muerte.

Aunque ya te contamos que es posible morir de tristeza por un fenómeno llamado "Síndrome del corazón roto", ahora debes saber que también es posible fallecer a causa de la felicidad. Y te preguntarás... ¿cómo es eso posible si estar contento es una de las emociones más puras y bellas?

Pues tenemos malas noticias, ya que un hombre murió por ser feliz. Se trata de Crisipo, un filósofo del que se documentó que una necrosis habría afectado a su encéfalo. Sobre su muerte existen dos teorías bastante peculiares, una de ellas es más extraña que la otra.

Diógenes Laercio habría documentado en los escritos de los Juegos Olímpicos del 208 a.C que el hombre murió después de tomar vino en malas condiciones y padecer una intoxicación. La segunda narración es quizá la más extraña, puesto que sería un chiste el que mató al prolífico filósofo.

| ¿Se puede morir de felicidad?

¿Cuál fue el chiste que habría matado a Crisipo de felicidad?

De acuerdo con Laercio, Crisipo vio a un burro comerse sus higos y exclamó de forma burlona y entre risas: "¡Ahora dale al burro un vino puro para lavar los higos!". Pero al momento de expresar la frase, también cayó al piso con espuma en los labios y entre espasmos incontrolables, segundos después falleció. 

Lo que llama la atención de esta historia es que se trata de un filósofo griego que pertenecía a la corriente de pensamiento del Estoicismo, mismo que se distingue por "mantener el control a pesar de que el entorno sea un caos". Es por ello, que la muerte del filósofo a muchos les resultó por demás extraña.

Ahora que conoces la historia del hombre que perdió la vida por ser feliz, quizá te sorprenda reconocer cómo es que en ocasiones incluso uno de los sentimientos más positivos de la vida puede provocar un desenlace tan lamentable.