15 años del iPhone: Recordamos 5 enseñanzas de vida de Steve Jobs

Apple es una marca innovadora, hasta los Simpsons han tenido que recurrir a sus dispositivos en algunos capítulos, pero más allá del iPhone, la marca tuvo en Steve Jobs a un líder que dio enseñanzas de vida mientras pisó el planeta Tierra.

Así es, Steve Jobs podría parecer el multimillonario que sólo se preocupaba por hacer crecer su empresa, lo cierto es que en realidad, era más humano de lo que parece y solía decir frases en torno a la vida, al amor y al crecimiento humano.

Cuando corría el año 2011, Steve Jobs estaba muy enfermo, tenía 56 años y veía el final de su vida cerca, pero esto lo aprovechó para dar todo al máximo y dejar un legado más allá de aparatos electrónicos, sino enseñanzas que podrían servir a los demás para crecer internamente.

5 enseñanzas de vida de Steve Jobs

Antes de morir, Steve Jobs celebraba cada segundo, sabía que el final estaba cerca y dejó unas palabras para todos aquello que decidieran emprender diversas situaciones como él lo hizo, no sólo para fines monetarios, sino para el crecimiento de la familia y todo lo que rodea a alguien.

Steve Jobs 5 enseñanzas de vida | Steve Jobs dejó un enorme legado en el mundo más allá del iPhone.

La muerte hace a un lado todo reconocimiento

Para Steve Jobs, el ver cerca la muerte le hizo reflexionar que ninguna riqueza es suficiente para salvar una vida, es por eso que pidió a todos que vivieran cada segundo como si fuera el último, más cuando se está con la familia.

“En este momento, acostado en la cama, enfermo y recordando toda mi vida, me doy cuenta de que todo el reconocimiento y riqueza que tengo no tiene sentido frente a la muerte inminente. Tengo el dinero para contratar al mejor en la tarea que sea, pero no es posible contratar a alguien para que cargue mi enfermedad. El dinero puede conseguir todo tipo de cosas materiales, pero hay una cosa que no se puede comprar: "LA VIDA", dijo el dueño de Apple.

Los lujos son sólo detalles, nada vale más que la realidad

Por otra parte, los lujos para Steve Jobs eran simples aditamentos en la vida, ninguna cosa era más importante que la otra si tenían la misma función. Es por eso que hizo una metáfora de un par de relojes, los cuales hacían prácticamente lo mismo, pero con diferente precio.

“A medida que crecí me di cuenta que un reloj de $300 y uno de $3.000.000 muestran la misma hora. Que con un automóvil de $150,000 y uno de $15.000.000 podemos llegar al mismo destino. Que un vino de $150 o uno de $1500, generan la misma “resaca". Que en una casa de 300 metros cuadrados, o en una de 3000, la soledad es la misma”, dijo el dueño de Apple.

La familia es el pilar para crecer como persona

Steve Jobs era millonario por la familia que tenía a su lado, poco le importaba el monto en su cuenta bancaria. Sí, todo mundo lo criticó porque él no se preocupaba por un salario, pero trabajó duro a diario para llegar a ese nivel.

“La verdadera felicidad no proviene de las cosas materiales, proviene del afecto que nos dan nuestros seres queridos”, dijo.

Los amigos siempre estarán ahí para ti

Nada era más importante para Steve Jobs que sus amigos, tenerlos cerca, cuidarlos y dar todo de él para ellos le garantiza que siempre lo tendrán en sus recuerdos.

“Entonces, espero que entiendas que cuando tienes amigos o alguien con quien hablar, ¡es la verdadera felicidad!”, agregó.

Educar para encontrar la felicidad

La educación sirve no sólo para crear dinero, sino también para guiarte en la vida hacia la felicidad. Si a tus hijos les das grandes enseñanzas, serán millonarios en vida, no monetariamente, pero sí con todo aquello que les rodea.

“No eduques a tus hijos para que sean ricos. Educarlos para ser felices. - Entonces, cuando crezcan, sabrán el valor de las cosas, no el precio”, concluyó.

Así, Steve Jobs murió a los 56 años de cáncer de páncreas, dejó una fortuna de 7 mil millones de dólares, algunos dispositivos como el iPhone, pero lo que verdaderamente le interesó no era su cuenta bancaria, sino ser feliz en vida.