El cabello es parte fundamental de nuestra imagen y por eso la mayoría de las veces, siempre estamos viendo cómo cuidarlo, desde qué productos utilizar hasta la temperatura del agua con la que lo lavamos, pero ¿qué tan cierto es esto?
Hoy en día, debido a la rutina tan rápida en la que vivimos constantemente, no le prestamos mucha atención a los pequeños, pero muy importantes detalles, como lo es lavarse el cabello con una temperatura aceptable.
En ocasiones puede resultar muy relajante, sin embargo, le estamos perjudicando porque, aunque lavarse el cabello con agua caliente ayuda a quitar la suciedad y descamación del pelo, no siempre esta en los límites de lo sano y puede que, en vez de hacerle un bien, estemos haciendo todo lo contrario.
¿Qué consecuencias tiene lavarse el cabello con agua muy caliente?
Puede propiciar la caída de cabello porque deshidrata el cuero cabello, además, abre los poros eliminando los aceites naturales que produce el cuerpo en esa área, provocando así una sobreproducción de aceite con aspecto de sebo, que por supuesto, no se verá nada bien.
Otra cosa muy importante es que propicia a la aparición de canas y también a la fragilidad, haciendo que se quiebre con mucha facilidad.
¿Cuál sería la temperatura idónea para lavar el cabello?
Lavarse el cabello de forma idónea depende del pH y del cuero cabello que tenga cada persona por lo que es importante acudir a un profesional de la salud en caso de notar alguna anomalía, pero en general, lo recomendable es lavarlo con agua tibia o bien, combinar las dos temperaturas, esto, porque por un lado el agua caliente ayuda a abrir poros y limpiar la suciedad del cuero cabelludo, mientras que el agua fría, ayuda a sellar los mismos poros protegiendo así, los aceites naturales, previniendo así la caída de cabello.
