La trágica historia del futbolista Juan Guillermo Cuadrado

No vuelan, ni tienen superfuerza, pero solemos considerar a los futbolistas como semidioses. El verde césped de los estadios es su Olimpo y en su carácter de divinidades, fallar no está permitido. El delantero no puede errar un gol ni el portero una atajada. Se llevan nuestros gritos y plegarias al mismo tiempo. Pero en realidad son humanos como nosotros, con historias y heridas bajo la playera. Por ello hoy te vamos a contar la trágica historia de Juan Guillermo Cuadrado.

Tiene apellido de figura geométrica, pero su estilo de juego está lejos de vivir en 4 esquinas. Juan Guillermo Cuadrado Bello es el nombre completo de este futbolista nacido en Bogotá, Colombia, el 26 de mayo de 1988. Se desempeña como volante por la derecha y actualmente es parte de la Juventus de la Serie A italiana. Por supuesto que también es internacional por su selección.

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¿Cuál es la trágica historia de Juan Guillermo Cuadrado?

Hoy puede presumir la distinción de jugar al más alto nivel, pero para llegar hasta allá, no fue nada sencillo. La región en la que abrió por primera vez los ojos tenía la fama de ser un terreno donde grupos paramilitares y narcotraficantes se disputaban el poder.

Guillermo Cuadrado y Marcela Bello, padres del futbolista, sabían bien de la inseguridad colombiana y para alejar a un menor de la realidad, le propusieron a Juan una dinámica en la que cada vez que oyera un tiro, debía ir a esconderse en su cama porque una bala podía alcanzarlo.

La dinámica estaba aprendida y a los 4 años una bala destruyó su infancia. Como otras veces donde escuchó un tiroteo, se escondió, pero al salir de su refugio encontró inerte el cuerpo de su padre, que se dedicaba a conducir un camión transportador de refrescos. 

Su madre no se quedó de brazos cruzados y decidió ir al bachillerato nocturno mientras se llevaba a un pequeño Cuadrado a sus clases. El niño se quedaba dormido y más tarde se quedó al cuidado de sus abuelos. En entrevistas Marcela Guerrero, su abuela, confesó que Juan era demasiado inquieto y no entraba a clases para irse a jugar futbol.

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Escaparate y salvavidas. El deporte del pueblo lo salvó y después de ser rechazado en diversas ocasiones por clubes argentinos, Cuadrado logró triunfar en el fútbol profesional. Juan no se ha olvidado incluso de su pasado y tiene una fundación en Colombia que ayuda a los niños menos favorecidos en su lugar de nacimiento.

Juan Guillermo Cuadrado tiene una trágica historia en su espalda, pero la playera de uno de los equipos más importantes de Italia y de su propia selección ya han tapado esa cicatriz.

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