¿Es el sexo una forma de hacer ejercicio? Esto dicen Harvard y la UNAM
Aunque la actividad sexual y el ejercicio físico comparten ventajas para la salud física y mental, su capacidad de sustituirse mutuamente sigue siendo un tema de debate.
En el ámbito de la salud y el bienestar, la relación entre el ejercicio físico y la vida sexual es objeto de debate y diversas opiniones. Si bien algunos consideran que el sexo en sí mismo es una forma de ejercicio, otros sostienen que no es suficiente para mantener una vida sexual plena y saludable.
Para responder a esta interrogante, recurrimos a las investigaciones de dos instituciones de renombre: la Universidad de Harvard y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
¿El sexo puede reemplazar al ejercicio?
Menor gasto energético
- Estudios de Harvard: Los hombres evaluaron el ejercicio en cinta como 4.6 y el sexo como 2.7 en una escala de intensidad del 1 al 5.
- Frecuencia cardíaca: Durante el acto sexual raramente supera los 130 latidos por minuto, mientras que en ejercicio moderado-intenso se recomienda entre 130-150 ppm.
Beneficios cardiovasculares limitados
- Quema de calorías: Entre 50 y 100 calorías, dependiendo de la intensidad y duración, mientras que en 30 minutos de ejercicio moderado se pueden quemar entre 150 y 200 calorías.
- Control de peso: El ejercicio ayuda a controlar el peso y prevenir la obesidad, un factor de riesgo para enfermedades crónicas. El sexo, por sí solo, no es suficiente para controlar el peso.
Falta de variedad muscular
- Grupos musculares: El sexo involucra músculos de la zona abdominal, pélvica y lumbar. En la actividad física se debe trabajar todos los grupos musculares principales para un desarrollo completo y equilibrado.
- Fuerza y resistencia: El ejercicio aumenta la fuerza y resistencia muscular, lo que mejora la funcionalidad en la vida diaria y reduce el riesgo de lesiones. La actividad sexual no tiene el mismo efecto.
Si bien el sexo puede aportar algunos beneficios físicos, no es un reemplazo de una rutina de ejercicio regular.
Mantener una vida activa a través del ejercicio físico regular no solo beneficia la salud en general, sino que también puede mejorar significativamente la vida sexual.