5 ejercicios para seguir en forma después de los 50 años
El paso del tiempo es inexorable pero los efectos se pueden disminuir si hacemos ejercicio físico.Pasan los años, soplamos las velitas y con cada una de ellas que se suma, los efectos del tiempo se notan en nuestro cuerpo. La pérdida de masa muscular, la falta de absorción de calcio, que debilita nuestros huesos, las articulaciones que se entumecen, la pérdida de equilibrio, son algunas de las consecuencias del envejecimiento natural.
El desgaste muscular influye de manera importante en nuestra vida generando una disminución de las capacidades físicas, por lo que actividades que resultan normales como levantarse, sentarse o caminar comienzan a parecer dificultosas y se realizan con mayor lentitud.
Por otro lado, los especialistas destacan que el sedentarismo juega un rol clave en la salud muscular. Para mantener fuertes y ágiles los músculos, se necesita entrenarlos y por lo general las actividades que hacemos no son suficientes para mantenerlos en forma.
Los ejercicios para mitigar el paso del tiempo después de los 50 años
- De acuerdo a los especialistas, al cuerpo se lo tiene que ver como un todo integral y para mantenerlo entrenado después de los 50 años y que los factores del envejecimiento se retrasen, es de suma importancia trabajar cada músculo con prácticas de bajo impacto como son las caminatas.
- También recomiendan otro tipos de ejercicios más complejos como el paddle y una serie de trabajos específicos de fortalecimiento muscular como los siguientes.
- Sentadillas: Pararse recto con apertura de piernas formando una “V”. Flexionar las rodillas y bajar. Cuanto más se baja, más intenso es el trabajo.
- Estocadas: Separar los pies en ancho de caderas. Avanzar hacia adelante dando pasos con las piernas flexionadas. Alternar los movimientos. Se puede sumar un poco de carga utilizando mancuernas.
- Planchas: Ubicarse boca abajo. Poner el peso del cuerpo sobre los codos. Colocarse sobre las puntas de los pies. Elevar la cadera y mantener la postura recta.
- Flexión de brazos: Acostarse boca abajo. Ubicar las palmas de las manos sobre el piso a la altura de los hombros y dejar un poquito de espacio entre sí. Levantar el cuerpo estirando los brazos y volverlos a flexionar.
- Escaleras: puede ser a través de un step o subiendo y bajando escaleras.
La flexibilidad y el equilibrio son dos aspectos que también acompañan la buena salud de la musculatura, por lo que la elongación diaria es de vital importancia, luego de hacer ejercicios, al levantarse y antes de ir a dormir. De esta manera podernos mitigar el efecto del paso del tiempo en nuestro organismo.