Diferentes estudios científicos contradicen este número, de hecho, la cifra que recomiendan es muy diferente y tiene variantes de acuerdo a la edad.
En 1965, una empresa japonesa lanzó al mercado un podómetro llamado Manpo-Kei, cuya traducción es ‘medidor de 10.000 pasos’.
El podómetro Manpo-Kei, que originó los 10 mil pasos | Una publicidad de antaño
Foto: @ShowmundialShow
De acuerdo a investigadores japoneses el número se eligió por una cuestión que favorecía a la marca, ya que el símbolo 10.000 en japonés, 万, se parece mucho a un hombre que camina.
Como todo en la vida, se empezó a ver este número como el ideal para realizar caminatas y el mundo lo tomó como una norma para mantener una buena actividad física.
¿Mito, leyenda o realidad?
El número 10.000 se tomó como una verdad que nadie cuestionó, convirtiéndose en una verdad de perorgullo, es decir algo hasta tonto de ser cuestionado.
Sin embargo, no es otra cosa que una leyenda urbana más. Tal es así que si revisamos un smartwach vamos a poder ver ese número como un objetivo a lograr.
En este sentido, un estudio publicado por JAMA, desmiente que 10.000 pasos sean lo adecuado y habla de una cantidad de 8.000 pasos como óptimos.
Esta investigación asegura que a partir de los 8.000 pasos los beneficios eran discretos, por lo que sumar 2.000 pasos no tiene mucho sentido.
Otro metaestudio publicado por Lancet, donde agruparon 15 estudios que se habían realizado entre 1999 y 2018 y que habían agrupado a más de 47.000 adultos. Habla de 7.000 pasos para los de mayores de 60 años.
Luego de un análisis pormenorizado de estos estudios se concluyó que el riesgo de mortalidad se reducía en un 50% en adultos de mayor edad que incrementaban el número de pasos diarios de 3.000 a 7.000 pasos.
Dar 10.000 pasos apenas reducía ese porcentaje de riesgo, aunque sí había beneficios, pero no eran significativos, si andaban el doble, es decir 20.000 pasos.
Para los menores de 60 años una caminata de 8.000 pasos es lo ideal.
Lo sorprendente fueron los resultados para los mayores de 60 años. Se concluyó que el riesgo baja de forma notable hasta los 8.000 pasos, pero sumar más pasos es incluso perjudicial, incrementando ligeramente el riesgo de mortalidad.
Estas investigaciones aducen que, para sacar mayor provecho a este ejercicio, no hay que sumar más pasos, sino mayor intensidad.
De todos modos, la OMS (Organización Mundial de la Salud) no toma los pasos como una medida de ejercicio, ni siquiera la toma en cuenta. Para esta organización lo importante son los minutos semanales que tenemos de actividad.
La OMS recomienda entre 150 a 300 minutos semanales de actividad aeróbica moderadas para personas entre 18 y 64 años o su variante de actividad intensa al menos entre 75 a 150 minutos.
Además, recomienda realizar un mínimo de dos días a la semana de fortalecimiento muscular.
En cuanto a los mayores de 64 años la OMS, no hace gran variación, solo acorta unos pocos minutos que realmente no son muy significativos.
Básicamente tener que llagar a caminar 10.000 pasos es solo un mito generado por una estrategia de marketing, que caló hondo en el pensamiento urbano.
Lo importante es mantenernos en actividad, combinando ejercicios aeróbicos y de fuerza, siempre eligiendo eso que nos hace feliz y que nos ayuda a mantener una vida plena y saludable.
