Ideal para mayores de 40 años, así afecta la edad al rendimiento y la recuperación física
Desde la resistencia a la oxigenación, como paliar las secuelas que dejan los años.Año a año, aunque nos resistamos nuestro cuerpo va envejeciendo, al margen que hagamos mucho deporte o los mejoras tratamientos estéticos.
La vejez nos alcanza a todos inexorablemente y no tenemos forma de escapar. Lo que si podemos hacer es saber cuáles son los “achaques” para poder trabajar en ellos y que sus consecuencias sean mínimas.
Para empezar, envejecer no tiene porqué ser sinónimo de perder rendimiento, para cuantificar el rendimiento deportivo, los fisiólogos utilizan diversas variables. Las más comunes de todas estas medidas es observar el consumo máximo de oxígeno o VO2max, el umbral de lactato o la economía del esfuerzo.
- El consumo máximo de oxígeno, que conocemos como VO2, está asociado al peso del deportista y es el que nos dice nuestro nivel de oxigenación al ejercitar y su recuperación.
- Tener un VO2max elevado es señal de que nuestro rendimiento es óptimo sin importar la edad. Aunque con los años esta medida va decreciendo.
- Según distintos estudios se pierde un 10% por década a partir de los 30 años. Esta disminución se debe al menor volumen de sangre que es capaz de impulsar el corazón en cada latido y la disminución de la frecuencia cardiaca máxima que se es capaz de alcanzar que también se va reduciendo con la edad.
- En cuanto al umbral de lactato, es ese punto de intensidad donde el organismo no es capaz de reciclar todo el lactato que los músculos generan como desecho del consumo de glucógeno.
- A partir del ahí el esfuerzo no es sostenible durante un periodo prolongado de tiempo.
- Este valor también disminuye con la edad.
- El último parámetro que mencionamos fue la economía del esfuerzo, es decir, cómo es el gasto que realiza el organismo en el deporte.
- Está determinado por la composición muscular, entre otros factores.
- Los estudios científicos no han observado diferencias destacables relacionadas con la edad, por lo que apenas se ve alterado este aspecto con el paso de los años.
Un entrenamiento para mayores de 40
Teniendo en cuenta que la recuperación muscular es más lenta a medida que la edad avanza, a medida que envejecemos deberemos incrementar los entrenamientos, para que nuestro cuerpo responda igual.
Si bien es mayor el entrenamiento que se necesita a medida que se va creciendo, también es real que las responsabilidades son mayores, por lo que tener una agenda bien organizada ayudará a cumplir con todos nuestros objetivos.
Otro punto relacionado con el tiempo, que no podemos dejar de lado, es la optimización de la recuperación, que podemos lograr a través de masajes, nutrición, suplementos y obviamente un buen descanso.
Finalmente los infaltables entrenamientos de fuerzas, que son el primer aliado que tenemos a medida que avanzamos en edad. Con los años vamos perdiendo masa muscular y ósea que podremos contrarrestar con estos ejercicios y que además serán sumamente beneficiosos para nuestra postura.
Envejecer es algo inevitable, todos vamos al mismo camino, pero la forma de que lleguen los años a nuestro cuerpo depende absolutamente de nosotros y de nuestras decisiones.