¿Quién inventó la sopa de letras? Esta es la historia
Seguro si comías sopa de letras en la infancia no perdías oportunidad de formar tu nombre o el de tus amigos con las figuras de la pasta.No hay nada como consumir comida casera diariamente, hecha en casa con paciencia e ingredientes recolectados en los mercados y tianguis aledaños.
Aunque toma un poco más de tiempo preparar y comer una sopa de letras, es mucho más beneficioso que ir a la tienda por fideos de Maruchan que se hacen con agua caliente (y que pueden ocasionar un daño a largo plazo debido a sus químicos).
No hay mucha ciencia al momento de elaborar el platillo, únicamente necesitas insumos como una bolsita de pasta, agua, jitomate, cebolla, ajo y sal. Por supuesto, también una cacerola y una estufa para cocer todo.
Algunas personas emplean saborizantes de marcas como Knorr Suiza, con el objetivo de darle un toque especial. No obstante, excederse con esto podría traer consecuencias para el estado de salud, por eso puedes optar por sazonar con algunas hierbas de olor.
Pero de dónde surgió la idea de hacer una sopa de letras, es decir, basarse en el alfabeto para crear un platillo comestible que en la infancia seguro te divertía. A continuación te lo explicaremos.
Esta es la historia de cómo se inventó la sopa de letras
Las sopas pueden prepararse de múltiples cosas: verduras, carne, fideos, cremas elaboradas a base de leche y vegetales molidos; el límite es la imaginación.
“La palabra proviene del alemán occidental ‘supp’, que se refería a una rebanada de pan cortada en trozos sobre la que se vertía un caldo. Fue posteriormente latinizada en suppa, en torno a los años 500 d. C., conservando su sentido original. A lo largo de la Edad Media, pasó a definir a la vez los trozos de pan que se cortaban para remojar en un caldo, y el mismo caldo o líquido que se espesaba con pan”.
En cuanto a la sopa de letras, se sabe que “en 1877, los tenderos de París vendían pequeños trozos de macarrones para usar en la sopa, que llevaban estampadas las letras del alfabeto. Los restaurantes de París también servían deliciosas sopas hechas con macarrones o fideos, cortados en forma de letras del alfabeto”.
En algún momento el consumo de esta receta fue fomentado como una estrategia rudimentaria de alfabetización, aunque no se tienen registros específicos de qué impacto tuvo ni de a cuántas personas ayudó.
En el blog 'Club y Cocina' se especifica que otro de sus orígenes data de un accidente, cuando en una fábrica de fideos una pieza salió por error con el aspecto de la letra C.
Ese también habría sido el origen de la sopa de letras, pues un supervisor notó que no era una mala idea moldear la pasta como el alfabeto y por eso comenzó la producción en masa.