“¡Ya tengo a mi hijo!”: el terrible secuestro de un niño que retrató una película del Cine de Oro

El cine de oro dejó momentos memorables dentro de las producciones mexicanas, como las increíbles acrobacias en motocicleta de "A Toda Máquina”. Otro suceso que en su momento estremeció al pueblo mexicano, fue la noticia que dio origen a la famosa película “Ya tengo a mi hijo” de 1946, la cual se basó en hechos reales y cuenta la historia de un secuestro de un pequeño de dos años.

“¡Ya tengo a mi hijo!” La historia de un secuestro

La película de 1946 dirigida por Ismael Rodríguez cuenta la historia del pequeño Fernando Bohigas Lomelí, quien el 5 de octubre de 1945 fue raptado mientras juagaba a las afueras de su casa ubicada en la colonia Juárez, a los 2 años 8 meses.

La responsable del secuestro fue María Helena Rivera, una mujer con problemas de fertilidad que siempre soñó con ser madre, sin embargo, en su matrimonio con lograban concebir a un hijo propio. Su miedo a ser abandonada por ser ‘infértil’ la llevó a buscar diferentes alternativas, una de ellas era adoptar, pero debido a que eran una familia de bajos recursos no les fue posible. Fue por esta razón que decidió ‘adoptar’ al pequeño Fernando de una manera más fácil.

Durante los años 40, México atravesaba una crisis de seguridad en la cual muchos niños eran secuestrados para después ser vendidos. Esto generó una psicosis social, por lo cual se pensó que el caso de Fernando sería uno de los tanto de la época.

Se dice que María Helena convenció a uno de los niños más grandes que jugaban con el pequeño Fernando para que lo llevara hacia ella a cambio de dinero. El niño aceptó y fue de esta manera que la mujer pudo cometer su crimen y llevarse al pequeño para esconderlo en su casa.

Otra teoría sugiere que cuando Rivera estaba en la Secretaría buscando seguir su proceso de adopción en la Casa de Cuna, un hombre se le acercó y le aseguró que, si le daba mil pesos, él le conseguiría un niño, a lo cual ella accedió.

La explicación que dio María Helena a sus allegados fue que el niño se lo regaló una de sus amigas antes de morir, y que lo dejó a su cuidado. Fernando recibió un buen trato porque ya era parte de la familia, incluso, según el periodista Paco Macías, a los papás de la raptora ya les decía abuelos.

La madre de Fernando denunció la desaparición de su hijo, y por ser una familia con influencias dentro de la política y policía, la historia ya estaba en todos los periódicos, había agentes secretos buscando por el país al niño secuestrado y se ofrecía la jugosa recompensa.

A los 7 meses del secuestro, fue una mujer quien se dio cuenta que un niño no se parecía a sus supuestos padres, pues era de cabello rubio y ojos azules, mientras que ellos eran morenos como los demás mexicanos. La mujer corrió rápidamente a un puesto de periódicos y encontró un número para dar informes acerca de un pequeño extraviado con las características del niño que vio.

La mujer llamó la noche del 27 de abril de 1946 al detective del Servicio Secreto encargado del caso, Jesús Galindo Vázquez, a quien le informó en dónde se encontraba el niño, colgando sin identificarse.

Durante algunos días el comandante Galindo vigiló a la familia sospechosa y un 29 de abril, cuando la familia estaba por partir a Puebla, el detective junto al verdadero padre del niño, llegaron a una tienda en donde Fernando reconoció a su padre y corrió a sus brazos.

Fue tan sólo unos meses más tarde que se estrenó la película “¡Ya tengo a mi hijo!” en 1946 en donde se le contó al mundo en el cine la historia del secuestro del pequeño Fernando. Hoy la puedes encontrar a través de Claro Video o Apple TV.