¿Por qué los millennials prefieren tener mascotas y no hijos?
El Registro Civil reporta que existe un decremento del 22.1% en los nacimientos, un número nunca antes vistoLas mascotas han pasado a ser parte fundamental en las familias mexicanas, pues, de acuerdo con el estudio realizado por GFK pet ownership, México es uno de los lugares más “petlovers” a nivel mundial, demostrando la importancia y respeto que los peluditos representan para los mexicanos, especialmente para las generaciones más jóvenes.
Mientras esta tendencia de tener perros o gatos sigue al alza, otro cambio de comportamiento ha comenzado a tomar fuerza para millennials y centennials en todo el mundo: no quieren tener hijos.
El Registro Civil reporta que existe un decremento del 22.1% en los nacimientos, un número nunca antes visto y que se espera continúe a la baja.
De acuerdo con la experta en el cuidado holístico de animales domésticos y CEO de Naturale Mascota, Alejandra Carmona, esta tendencia no hará más que incrementar, pues ante un entorno socioeconómico poco alentador, los jóvenes prefieren adaptarse a una mascota.
Algunas de las razones por las que prefieren mascotas
*Requieren menos tiempo en el cuidado
*Brindan amor incondicional
*La inversión económica resulta más llevadera en una economía inestable
*Ayudan a combatir la depresión y ansiedad
*Disminuyen el sentimiento de soledad
*Ayudan a tener mejor humor y condición física
*Dan sentido de responsabilidad
¿No es “egoísmo” es necesidad?
Frente a un crecimiento exponencial en la tenencia de mascotas, los mexicanos también se han vuelto más conscientes, responsables y respetuosos en el cuidado de sus animales.
Lejos de ser una decisión precipitada o “egoísta”, millennials y centennials han creado nuevos caminos que se adaptan más a sus necesidades individuales en un mundo en constante cambio, optando por nuevas prácticas que no sustituyen las maternidades y paternidades, pero que sí les brindarán compañía y amor mediante una mascota con propósito a la cual podrán ayudar a mantener sana, feliz y emocionalmente estable.