Si hay una leguminosa indispensable en la cocina mexicana sin duda se trata de los frijoles. Son necesarios para molletes, enfrijoladas, molotes, gorditas, tamales, tlacoyos y dos ricos manjares que aunque muchos creen que se trata del mismo platillo no es así, hablamos de los frijoles puercos y los frijoles charros.
Pero, ¿sabes cuál es la principal diferencia entre ambas delicias de la gastronomía mexicana? Si no, aquí te explicamos.
¿Cuál es la diferencia entre frijoles charros y puercos?
Los frijoles puercos, típicos de Sinaloa, se preparan con frijoles bayos refritos en manteca de cerdo, además de chorizo, longaniza y tocino, ya que como su nombre lo indica, la mayoría de sus ingredientes provienen del cerdo.
También se puede ocupar chicharrón con carne o chuleta ahumada. Regularmente se comen con totopos crujientes.
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Mientras que, los frijoles charros son un platillo clásico de los estados del norte del país, que a diferencia de los anteriores, no se fríen en manteca, sino que se cocinan y se sirven en caldo.
Además se preparan con cebolla, chile picado, jitomate, tocino, chicharrón y cilantro, y cada estado le agrega un ingrediente de su región.
En algunos sitios, como Durango, le incluyen epazote, xoconoztle y cebollines pequeños partidos por mitad. En tanto, en Coahuila, utilizan frijoles flor de mayo y además de todos los ingredientes ya mencionados, le agregan chile serrano y salchicha.
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Así que ya sabes, si tienes antojo de unos frijoles puercos o frijoles charros debes saber que la principal diferencia entre ellos es que unos son caldosos y los otros no.
Sin embargo, ambos pueden comerse como plato fuerte, aunque por lo general se sirven como guarnición o para acompañar carnes asadas, taquizas y cualquier tipo de desayuno. En Sinaloa, por ejemplo, los puercos son un platillo común en fiestas familiares.
