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Locomía: ¿Qué fue del grupo que tenía que esconder sus preferencias sexuales?

Locomía fue un grupo español de pop, dance, techno, el cual tuvo un enorme éxito y una debacle por una guerra de egos y dinero.
Locomía qué pasó grupo | Locomía fua una agrupación de dance española con tremendo éxito en los 90.
Locomía grupo escondió preferencias sexuales | Locomía tuvo a una mujer entre sus filas, Lurdes, quien era muy parecida a Madonna.
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En los años 80 y parte de los 90, una agrupación con cuatro hombres vestidos con exhuberantes trajes, largas hombreras, maquillaje exagerado y enormes abanicos irrumpió en la escena musical: Eran Locomía.

Locomía pudo ser la mejor agrupación de los 90

Locomía tuvo un ascenso tan rápido como una debacle de igual velocidad, parecía que podían convertirse en una banda de pop, glam, techno y dance de grandes dimensiones, estuvieron a punto, pero las diferencias, celos y el poliamor de algunos de sus integrantes no los dejaron elevarse hasta el olimpo de la música.

La agrupación fue un cuarteto de chicos españoles con gran carisma, altos, trajes de vistosos, hombreras anchas, coreografías y voces tremendamente masculinas (por los efectos que colocó la producción), además de unos enormes abanicos, que se pusieron de moda en los 90.

“Rumba, samba, mambo” era una canción simple, pero que vendió millones de copias, era la época de comprar discos, casettes y casi nadie cantaba en vivo, el playback se volvió un recurrente en la escena plastificada.

Este éxito era una extraña combinación de ritmos caribeños, españoles y pop, una amalgama que se escuchaba en las discotecas de moda, pero había un detalle del grupo, no podían ser ellos mismos en todos lados.

Locomía tenía 15 integrantes, no cuatro como todos lo conocieron

Eran un grupo de no de cuatro chicos, sino alrededor de 15 formaron en un principio Locomía, ya que era más un show que se presentaba en distintos lugares en España que una banda de música.

Poco a poco comenzaron a ganar popularidad, Locomía estaba imponiéndose en los antros de ambiente del momento y hasta conocieron alguna vez a Freddie Mercury, quien acudió a una de sus presentaciones en un bar de Ibiza y hasta le regalaron unos zapatos hechos a mano por Xavier Font.

Poco después, trabajaron con José Luis Gil, un hombre que lanzó al estrellato a Miguel Bosé y José Luis Perales. A partir de ahí, su vida cambió y se fueron al limbo, comenzaron a ver contratos para actuar en diversos escenarios y programas, incluyendo Siempre en Domingo de Raúl Velasco.

Había una condición: Locomía no podía ser un agrupación gay

Pero José Luis Gil les pidió una cosa, que no mostraran sus preferencias sexuales, ya que eso era mal visto en la época y acortaba su alcance entre la gente al encasillar la música.

Entre dientes, los integrantes de Locomía aceptaron, tuvieron que realizar varios castings para ver quiénes se quedarían en la agrupación y de los 15, sólo cuatro se quedaron, Xavier Font fue el líder y a la postre, se pelearía con Gil.

Entonces, Xavier Font, Luis Font, Manolo Arjona y Carlos Armas formaron Locomía, una agrupación que apuntaban al estrellado, pero que no podían mostrar sus preferencias sexuales.

“Nos prohibieron ser gay, igual que a Miguel Bosé”, decía Font alguna vez cuando lo entrevistaron en torno al grupo.

Para los trajes, una mujer llamada Lurdes (el quinto integrante de Locomía) y Font trabajaban en los vestuarios, eran largas horas de trabajo, pero la recompensa llegaba por las noches.

"¿Que si había droga? Había droga, sexo y todo lo que te puedas imaginar. Piensa que no solo éramos un grupo de gente joven pasando el verano en Ibiza, sino que éramos un grupo de jóvenes que trabajaban en la noche", afirma Lurdes al diario El Confidencial.

Locomía tuvo a una mujer entre sus filas, Lurdes, quien era muy parecida a Madonna.

En 1988, Locomía no se presentaría más en lugares de ambiente, sino en conciertos donde las chicas los vieran como símbolos sexuales, era mejor mercado para Gil el pop varonil que la comunidad LGBTQ+.

"Era una tontería ocultarlo, era muy obvio cuando íbamos con los abanicos por la calle que eran todos gays, pero Gil se lo tomó muy en serio, era una persona autoritaria", agregó Lurdes.

Una guerra de egos y el fin de una moda llamada Locomía

Por otra parte, el productor Pedro Vidal fue el genio detrás de los temas 'Locomía', 'Rumba, samba, mambo' y 'Taiyo', los hits más populares de la agrupación y que los llevaron al estrellato.

"Empezamos a estar en todas las televisiones, en las radios, en las discotecas... aquello fue tremendo. Éramos todos jovencísimos y nos cayó encima una avalancha de fama y dinero", recuerda Lurdes.

Pero el verdadero éxito de Locomía fue en Argentina, México, Perú, Colombia y Chile, países latinos que los acogieron como un fenómeno musical.

Para 1991, Locomía quería ingresar al mercado de EE.UU., ahí se vino abajo la agrupación debido al fracaso de una tienda de ropa, los celos, egos y el dinero. Font y Gil comenzaron a distanciarse y el productor comenzó a robar el dinero de los contratos que tenían firmados, de acuerdo con el líder de Locomía.

Gil había cobrado un adelanto de 600.000 dólares por un disco que iba a grabar Locomía, ellos no sabían y ahí comenzó la desaparición. Había un problema, el promotor era dueño de los derechos del grupo por cinco años.

Como no querían grabar con él, Gil contrató a otros cuatro chicos para que fueran los nuevos Locomía, pero nunca tuvieron éxito. Incluso hay un momento de desprecio de las fans en el programa Siempre en Domingo, las cuales exigían que la agrupación original se presentara.

Una vez que despidieron a Gil, Font se dio cuenta que el promotor les robó millones y a ellos sólo les había dejado migajas,

Ahora, Gil sólo puede promover las canciones de Locomía pero no la imagen ni los vestuarios, Font sí puede esto último y lo ha hecho al grado que firmó con diversas marcas para explotar la imagen.

Así, terminó la historia de Locomía, una agrupación que pudo llegar al olimpo de la música y que terminó en el olvido de las nuevas generaciones, por la avaricia, ambición y una guerra de egos interna.