Según la ciencia si te concentras en tus músculos mientras entrenas, crecerán más

Cuando hacemos nuestra rutina de ejercicios en el gimnasio, no estamos conscientes del grupo muscular que estamos trabajando. Distintos estudios han demostrado que poner nuestra mente en el musculo que deseamos trabajar, hace que este crezca mucho más.

Si decides aplicar esta técnica, comienza con movimientos lentos hasta que hayas internalizado el procedimiento, luego ve acelerando el ejercicio y agregado peso, no podrás creer el crecimiento que lograrás en poco tiempo.

La conexión mente-músculo

• Cuando trabajamos dominadas muchas veces sentimos el esfuerzo en nuestros triceps y bíceps, si al hacerlas nos concentramos en los dorsales, el trabajo técnico se concentrará allí y podremos activar el grupo muscular para el cual está planeado el ejercicio.
• Entre los diferentes estudios que se han realizado el de Calatayud y colaboradores explica que la característica principal de la conexión mente-músculo está en poner el foco en la musculatura correcta.
• Los investigadores observaron lo que ocurría en los deportistas al realizar press de banca, pidiendo a los sujetos que se concentraran en sus tríceps o en su pecho durante el ejercicio.
• Cuando se ponía el foco en los tríceps se activaban más, cuando se ponía el foco en el pectoral se activaba más.
• A su vez la activación muscular total también resultó ser mayor con lo que al activar un grupo muscular, el otro también se beneficiaba.
• Otro de los descubrimientos de estas investigaciones fue la mitigación de los efectos de dejar de entrenar. Los expertos afirman que si nos visualizamos realizando el ejercicio, aunque no podamos realizarlo ya sea por una lesión o por cuestiones de tiempo, el musculo ralentiza su deterioro.
• En ese sentido Brian Clark y colaboradores analizaron un grupo de personas con lesiones en la muñeca y encontraron que los que imaginaban que hacían ejercicios de muñeca mientras la tenían inmovilizada por una lesión perdía un 24% de fuerza general, mientras que el grupo que no hacía nada perdió el 45% de dicha fuerza.
• La explicación es que cuando no activamos el músculo, de ninguna manera se pierde el impulso neural. La mente es tan poderosa que sin ejecutar el movimiento puede hacernos creer que estamos entrenando.
• Por su parte, Brad Schoenfeld, uno de los máximos referentes en el aumento de masa muscular, observó como el grosor de los bíceps aumentó significativamente más cuando se dirigía el foco mental hacia dicho músculo mientras se entrenaba

¿Cómo podemos aplicar esta técnica?

Cuando inicies un ejercicio concéntrate en la técnica, piensa en hacerla de manera correcta y controlando los movimientos. Luego pon el foco en el grupo muscular que has de trabajar y siente como se activa cada fibra del músculo.

De esta manera toda tu atención estará en el trabajo que estás realizando y tus músculos se verán beneficiados. La conexión mente-músculo no es otra cosa que una contracción muscular consciente, donde el objetivo no es levantar el peso, sino que resulta una consecuencia de la contracción y activación de este.