Paso a paso: Así puedes congelar tomates y hacer salsa en 10 minutos sin que se pudran

Congelar tomates es una técnica sencilla y útil para evitar que se echen a perder y tenerlos siempre listos para preparar salsas.

Además, así como el vinagre de manzana ofrece múltiples beneficios para la salud, como mejorar la digestión y regular el azúcar en la sangre, congelar tomates correctamente puede facilitarte la vida en la cocina. Aquí te mostramos cómo hacerlo paso a paso.

¿Cómo se congela el tomate crudo?

• Elige tomates maduros, pero firmes, sin manchas ni golpes. Asegúrate de que estén bien lavados y secos.
• Hierve agua, sumerge los tomates en el agua hirviendo durante 30 segundos y retira los tomates con una espumadera y colócalos inmediatamente en un recipiente con agua helada. Una vez fríos, pélalos si lo deseas.
• Corta el tomate en trozos del tamaño que prefieras: rodajas, cubos o picados.
• Coloca los tomates cortados en una sola capa sobre una bandeja para congelar.
• Asegúrate de que no se toquen entre sí y congela los tomates durante 2-3 horas, o hasta que estén completamente sólidos.
• Una vez que los tomates estén congelados, puedes transferirlos a bolsas para congelar para ahorrar espacio. Elimina la mayor cantidad de aire posible de las bolsas antes de sellarlas.

¿Cómo es el proceso de salsa con los tomates congelados?

• Descongela la cantidad deseada de tomates, ya sea dejándolos a temperatura ambiente o sumergiéndolos en agua fría.
• Luego, mezcla los tomates descongelados con tus ingredientes preferidos para preparar una deliciosa salsa de tomate casera, incorporando ingredientes frescos como ajo y albahaca a tu gusto.
• Finalmente, cocina la salsa de tomate a fuego bajo hasta que adquiera la consistencia deseada y todos los sabores se integren a la perfección.

¿Como hacer pasta de tomate casera natural?

• En una olla, combina los tomates picados con ingredientes frescos (opcional) y cocina a fuego lento durante 2-3 horas, o hasta que los tomates se ablanden y la salsa se espese.
• Una vez cocidos los tomates, licúalos en una licuadora o pásalos por un puré de papas para obtener una textura suave, agregando una cucharadita de sal, dientes de ajo, orégano y albahaca.
• Cocina a fuego lento durante 15-30 minutos más, revolviendo ocasionalmente, hasta que la pasta espese a la consistencia deseada.
• Esteriliza frascos de vidrio y llénalos con la pasta de tomate caliente.
• Cierra el frasco herméticamente y procesa en una olla de agua hirviendo durante 15-20 minutos para un almacenamiento a largo plazo.
• Refrigera la pasta de tomate sin procesar y consúmela dentro de los 3-5 días.

¿Qué tan sana es la salsa de tomate?

• La salsa de tomate es rica en vitaminas A, C y E, así como en licopeno, un antioxidante que puede ayudar a proteger contra enfermedades cardíacas y algunos tipos de cáncer.
• La salsa de tomate casera o sin azúcar añadida es baja en calorías y grasas, lo que la convierte en una buena opción para personas que controlan su peso o siguen una dieta baja en grasas.
• La salsa de tomate contiene fibra, que puede ayudar a la digestión y promover la salud intestinal.
• El licopeno, un pigmento antioxidante que le da a los tomates su color rojo, se absorbe mejor cuando se cocina.

¿Cuáles son los ingredientes de la receta de la salsa de pizza?

• La base de la salsa son los tomates, ya sean frescos, enlatados o triturados. Elige tomates maduros y de buena calidad para un sabor intenso.
• El ajo y la cebolla agregan un sabor aromático y picante a la salsa. Puedes picarlo finamente o sofreírlo en aceite de oliva antes de agregar los tomates.
• El aceite de oliva aporta sabor y ayuda a sofreír los ingredientes. Siempre elige un aceite de oliva de buena calidad para un mejor resultado.
• Los ingredientes frescos y naturales para la salsa de pizza son el orégano y la albahaca. Puedes agregar otras hierbas como tomillo, romero o mejorana a tu gusto.
• La sal y la pimienta son esenciales para sazonar la salsa y resaltar los sabores.

Congelar tomates y hacer salsa en 10 minutos no solo optimiza tu tiempo en la cocina, sino que también previene el desperdicio.

Es interesante que, aunque culinariamente se considera una verdura, el tomate es botánicamente una fruta.

Esta versatilidad permite su uso en diversas recetas, tanto saladas como dulces. Así que, aprovecha esta técnica para tener siempre tomates frescos y listos para tus preparaciones favoritas.