En palabras más sencillas, se trata de expulsar una gran cantidad de aire desde los pulmones por la boca y nariz, es involuntario, pasa cuando algo extraño causa la irritación de la mucosa nasal y lo que hace el cuerpo es tratar de eliminar esas partículas extrañas.
Una de las curiosidades es que cuando el cerebro manda la señal hay varios músculos del cuerpo involucrados en el estornudo, como son: los del pecho, los del diafragma, los abdominales, los de los párpados, los de las cuerdas vocales, los esfínteres y hasta algunos de la garganta.
¿Qué pasa si te aguantas un estornudo?
Aunque los estornudos no siempre tengan como causa una irritación directa en las fosas nasales y pueden derivarse de una exposición a la luz del Sol (lo que se conoce como el reflejo de estornudo por luz brillante o estornudo fótico), la realidad es que nunca deben reprimirse.
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Los estornudos deben salir con toda libertad, pues sí se impide o corta, no se logrará el objetivo de limpiar las vías respiratorias y las partículas podrían viajar a otras zonas del cuerpo causando infecciones graves.
Asimismo, impedir que el aire salga expulsado con la fuerza que requiere puede ocasionar roturas vasculares, inflamación, hemorragias, mareos y hasta alteraciones en el sentido del oído.
¿Por qué los estornudos huelen feo?
Si colocas tu mano al momento de estornudar y después la hueles, es probable que te puedas encontrar con un mal olor, sin embargo, lo normal es que sean inodoros, de lo contrario podría ser la causa de 3 afectaciones:
Halitosis
Un padecimiento responsable del mal olor en los estornudos puede ser la halitosis, es decir, un mal aliento previo a consecuencia de una mala o escasa higiene bucal o de una combinación de factores locales y sistémicos. Los enjuagues bucales y la correcta limpieza de la lengua pueden reducir la carga bacteriana que desencadena la halitosis.
Periodontitis
Las personas que padecen una enfermedad en las encías son presa fácil del acceso en la cavidad oral de bacterias gran negativas. Muchos de estos organismos juegan un papel importante en la producción del mal olor. En estos casos, lo mejor es acudir con un dentista para un recibir un mejor diagnóstico y tratamiento.
El mal olor del estornudo también puede ser el aviso de enfermedades como diabetes, problemas hepáticos o renales, por ejemplo, cuando el riñón no funciona bien, las exhalaciones de la persona afectada comienzan a oler a amoníaco.
