¿Las orcas son ballenas? No y te contamos la verdad

El mundo marino está lleno de incertidumbres, de criaturas que aunque sorprendentes, no dejan de causar miedo. Encontrar especies de metros de largo puede asustar a cualquiera y las orcas son una de las especies que no solo causan furor entre humanos sino también entre la fauna de los océanos y si alguna vez pensaste que ellas eran ballenas, te tenemos que decir que es mentira y te contamos aquí toda la verdad.

La orca es una especie que habita en todos los océanos del planeta. Como característica distintiva cuenta con una alerta dorsal muy larga, que puede llegar a media 1.8 metros en los machos. También tienen una coloración blanca que se distribuye de manera particular, la cual es propia de cada individuo.

Las hembras suelen pesar menos de 4 toneladas y media unos 6 metros. Por otro lado, un macho adulto puede pasar las 5.5 toneladas y los 8 metros de longitud. Son muy fuertes, veloces e inteligentes, por eso están hasta arriba de la cadena alimenticia y es un superdepredador. Come peces, calamares y algunos otros mamíferos marinos. Incluso son tan imponentes que hay reportes de ataques a tiburones blancos en el océano pacífico.

¿Las orcas son ballenas? No, te decimos la verdad

Aunque por su tamaño uno puede pensar que las orcas son ballenas, debes saber que en realidad son delfines. Esto porque de acuerdo con el departamento de Divulgación de Ciencia de la Universidad Nacional Autónoma de México, (UNAM), las primeras pertenecen al grupo de los misticetos y los delfines, a los odontocetos. "Odonto" significa diente y "Cetus" ballena o monstruo marino, es decir: "ballena con dientes". 

Una ballena no tiene dientes, sino barbas con las que filtra su alimento, también tienes dos fosas nasales y sus cráneos son convexos. Por su parte, las orcas y los delfines tienen dientes, una sola fosa nasal y un cráneo concavo. De hechos es la especie más grande del delfínido y la única que existe dentro del género Orcinus.

Así es como ahora sabes que las orcas no son ballenas, sino delfines y aunque los primos parezcan muy diferentes, la realidad es que sus características físicas los unen de manera inexorable.