¿Quetzalcóatl no fue un dios sino un guerrero vikingo? Esto sabemos
La serpiente emplumada tan importante en las culturas mesoamericanas, puede que tenga un origen vikingo.Quetzalcóatl es un dios bastante importante en la cultura Maya, el cual prometió su regreso para seguir ayudando a su pueblo, muchos piensan que incluso se manifestaba como otros animales. En partes de Mesoamérica se le consideraba el dios guardián de los sacerdotes y los comerciantes y también era conocido como el dios del aprendizaje, la ciencia, la agricultura, la artesanía y las artes. Sin embargo, hay teorías que señalan que Quetzalcóatl era en realidad un guerrero Vikingo.
En la cultura Maya, mucho se sabe acerca del creador del cosmos junto con su hermano Tezcatlipoca o Huitzilopochtli y es uno de los cuatro hijos de Tonacateuctli y Tonacacihuatl, los dioses creadores originales. Se dice en algunos relatos que Quetzalcóatl junto a su hermano Tezcatlipoca cooperaron para crear el sol, el primer hombre y la mujer, el fuego y los dioses de la lluvia.
¿Quién fue en realidad Quetzalcóatl?
Según la novela ‘Quetzalcóatl: El hombre huracán’ publicada por Lucie Dufresne, la cual está basada en su tesis doctoral, existe la posibilidad de que el dios maya en realidad fuera un guerrero vikingo que naufragó y llegó al territorio ahora conocido como Golfo de México.
En su obra, especula sobre la posibilidad real y científica de que “el dios serpiente emplumada” en realidad fuera un vikingo.
“Mi padre solía contarme cuando era niña que en México había un dios de barba roja”, comentó la autora, quien recordó su sorpresa cuando años más tarde leyó obras que conectaban a la mitología Maya con la Vikinga.
La novela cuenta la vida del vikingo con barba roja que llegó a las costas del Golfo de México, Ari, el cual era el hijo de Erick el Rojo y en cómo se convirtió en uno de los dioses más importantes de las culturas mesoamericanas.
En la novela, Ari llegó a México hacia el año mil d.C, tras naufragar y ser encontrado por los toltecas. La obra describe su recorrido desde Groenlandia hasta México, sus primeros años como prisionero hasta su ascenso al trono.
Pese a que el personaje de Ari en la novela de Dufresne es totalmente ficticio, la autora sí trabajó basándose en documentos históricos para este trabajo. Evaluó toda posibilidad que diera certeza a la teoría de que Quetzalcóatl realmente pudiera ser un guerrero vikingo, y estudió a fondo tanto las culturas mesoamericanas como las vikingas y sus similitudes.
Incluso, algo que le causó bastante asombro fueron las crónicas de la conquista de México, y de cómo narran la manera en la que Moctezuma le exigió a Hernán Cortés le mostrara su casco para verificar que no fuera igual al que describían en sus archivos de Quetzalcóatl.
Entonces, según las investigaciones y teorías (las cuales incluso fueron su tema de tesis doctoral) de Lucie Dufresne existe una posibilidad de que en realidad el dios que se presenta en forma de serpiente emplumada, fuera en realidad un vikingo que naufragó.