Virgen de Guadalupe: La increíble historia del ayate que sobrevivió un bombazo

Era el 14 de noviembre de 1921 y en la antigua basílica los fieles llegaban como todos los días a rezar a la Virgen de Guadalupe. Un supuesto creyente llegó con un ramo de flores que escondía algo más que pétalos. Cerca de un aniversario más de la 'morenita del Tepeyac', te vamos a contar la increíble historia del ayate que sobrevivió un bombazo.

Quizá estos días ya no sean los mejores si es que quieres recorrer la Basílica en su esplendor. Te encontrarás ya cientos de fieles y quizá ni caminar sea posible. Pero sí tienes suerte encontrarás un texto llamado "Santo Cristo del atentado". En él, se explica que ese 14 de noviembre de hace 101 años, un señor entró con un ramo de flores que escondía una bomba de dinamita.

¿Cómo sobrevivió el ayate al bombazo en la Basílica de Guadalupe?

En su primera plana del 15 de noviembre de aquel año, El Universal describía que sus reporteros recibieron una llamada de un atentado en la Basílica de Guadalupe por lo que acudieron y constataron los destrozos: el altar de mármol estaba destruido, el Cristo de bronce flexionado y cuando levantaron la cara hacia la imagen del ayate de Juan Diego aún estaba encerrada en su marco de oro, intacta.

"Alrededor de las 10:30 de la mañana estalló una bomba de dinamita que se hallaba oculto entre las flores. Los desperfectos fueron en las gradas de atar qué son de mármol en los candeleros de latón y en esta Sagrada imagen de nuestro señor crucificado que retorcida cayó al suelo. El cristal del cuadro de Nuestra señora ni siquiera se estrelló", describe el texto de la Basílica. 

Si te preguntas cómo es esto posible, la Iglesia encontró su respuesta. El Cristo flexionado del que se habla antes yace también en el recinto religioso como prueba de haber sido el encargado de haber protegido al ayate. Está hecho de bronce y una almohada morada lo protege de dañarse aún más.

En entrevista también con El Universal, Gabriel Treviño, quien era coordinadora de visitas guiadas de La Villa tiene otros datos y es que comentó que en esa explosión el vidrio que protegía al ayate sí se quebró porque no era blindado, había sido un regalo de la comunidad de Isabel Tola. También argumentó que el Cristo no pudo haber sido el salvador de la Virgen porque entonces la curva que muestra habría sido invertida.

Ahora ya conoces la increíble historia del ayate que sobrevivió al bombazo. Desde ese momento solo un ser humano cuenta con las credenciales necesarias para acercarse a la Virgen de Guadalupe y se trata nada más y nada menos que del Papa. Los humanos normales perdieron su privilegio.

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