Todavía no hay una explicación científica universal sobre lo que hay detrás de este suceso del organismo, lo que sí es un hecho es que por más que se trate de evitar siempre termina saliendo a flote.
En la búsqueda del por qué detrás de este ejercicio corporal, algunas personas se aventuraron a dar explicaciones relacionadas con motivos religiosos.
Es por eso que hay quienes relacionan los bostezos con el Diablo. Pero, ¿por qué ocurre esto y cuáles son las justificaciones existentes alrededor de esta creencia?
Una primera explicación planteada por los cibernautas es aquella relacionada con el pecado de la pereza. Supuestamente cuando abrimos la boca para tomar aire, y en evidente expresión de sueño o flojera, estamos cometiendo uno de los pecados capitales y eso haría ‘sonreír al demonio’.
Otra explicación proviene del Islám, religión donde los estornudos son relacionados con Dios y los bostezos con la entidad maligna que habita en el infierno.
| Foto: Pixabay (imagen ilustrativa)
En esa argumentación se plantea que, cuando ejercemos el movimiento, el ente de cuernos y cola presuntamente se burla de nosotros por los gestos que hacemos.
Lo planteado anteriormente forma parte de ciertas cosmogonías, por lo que es preciso aclarar que los relatos no tienen ningún tipo de explicación científica como respaldo. Sobre lo que sí hay un poco más de claridad es la reacción funciona para ‘enfriar el cerebro’.
“Según un estudio publicado en ‘Physiology & Behavior’, bostezar sirve para ‘enfriar’ el cerebro y mantenerlo en una temperatura adecuada, ya que se pueden sufrir oscilaciones en función de factores como el clima, el sueño o el estrés”, se relata en el portal ‘Sabervivirtve’.
En más respuestas válidas se relacionan con su el hecho de que permite aumentar la oxigenación, propicia el estado de alerta o relaja luego de situaciones estresantes. Otro hecho es que ocurre como reflejo de cansancio.
¿Pero qué pasa si evitas un bostezo? En realidad nada, a diferencia del daño que puede haber en el organismo cuando se reprimen los estornudos.
Lo cierto es que por más que trates de contenerlo siempre saldrá a flote de una u otra forma: ¡no hay escapatoria! Al menos así lo documentaron investigadores de la Universidad de Nottingham.
Así que no temas, relacionar los bostezos con el Diablo únicamente se limita al ámbito religioso porque biológicamente esta acción puede ser bastante útil.
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Los nahuales forman parte de la cosmogonía prehispánica, aunque no para todos representan lo mismo.https://t.co/OH83BEbMuw
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