Hay muchos nombres raros y otros tantos originales que los padres piensan por 9 meses y luego eligen para sus hijos, pero sin dudas el nombre “flatulencia” es el más original y escatológico que sea elegido en la historia de la humanidad. La influencer Abbie Herbertfue quien junto a su esposo decidieron este particularnombre para su hija. El nombre original es Poppy, pero la apodaron “Poot”, que en inglés significa “flatulencia”.
Abbie Herbert es una modelo e influencer nacida en Estados Unidos, tiene 25 años y gracias al contenido que sube a sus cuentas de Instagram, YouTube y TikTok es conocida en el ambiente. En el 2021 tuvo su primera hija junto a Josh Herbert, decidieron el apodo tan escatológico que le dieron a su bebé.
| Abbie y su hija "Poot"
Fuente: Instagram @abbieherbert_
Fuertes críticas a Abbie
Tras la decisión de estos padres las duras críticas de los usuarios de las diferentes redes sociales No tardaron en llegar ya que alegan que no están pensando en el bullying que puede sufrir la niña. Sí bien algunos defendieron a este matrimonio que eligió este nombre tan peculiar para su hija y dijeron que se trata de un apodo gracioso, la mayoría de las personas tildaron a David y a su marido de irresponsables.
Sin embargo, "Los Herberts" tomaron en cuenta las críticas ya que se caracterizan por bromear en cada aspecto de su vida familiar y hacen caso omiso a las opiniones ajenas.
Poppy tendrá un hermanito
| Abbie y su marido anunciaron que tendrán otro bebé.
Fuente: Instagram @abbieherbert
Abbie Herbert utilizó también su cuenta de Instagram para comunicar que esperan su segundo hijo a quién parece que también llamarán de una manera creativa.
“Hemos recibido comentarios de odio por apodar Poot a nuestra hija, pero no tienen idea del nombre que planificamos para nuestro segundo hijo: ‘Tooty’ Herbert”, ironizaron, mientras bailaban con "Poot".
Luego de las críticas por el nombre de Poppy, cuyo apodo "Poot" significa "flatulencia", finalmente Abbie Herbert confirmó que su segundo hijo no se llamará "Tooty", sino que se llamará JJ. Pero no porque sucumbieron a la presión social, sino que decidieron bautizarlo con el mismo nombre que el padre. En este caso, no habrá crítica por nombres raros.
