Si usted ya no puede en casa con lo que pasa en la F1, imagínese qué siente Checo Pérez. El mexicano ya no puede con su situación, con los problemas de su RB20 que nada más no encuentra solución y tras quedar séptimo en el GP de Austria, no se calló: “Carajo, somos muy lentos; es demasiado”.
El mexicano no pudo rebasar al Haas de Hulkenberg en las últimas vueltas; pero tampoco tuvo ritmo en las 71 vueltas de toda la carrera. Lo máximo que alcanzó fue la sexta plaza en la arrancada, pero sufrió un daño en el auto y entonces perdió carga aerodinámica y también muchos, muchos segundos.
Finalmente terminó en el séptimo plaza y cuando su ingeniero le avisó su posición, entonces Checo dijo a través del micrófono y en inglés: “Carajo, no puedo creer que seamos así de lentos, estos es demasiado”. Y tiene razón, su garaje nada más no encuentra cómo mejorar.