Juegos Olímpicos: La historia oculta de las 5 mascotas más icónicas de la historia

A lo largo de la historia de los Juegos Olímpicos, hubo mascotas que fueron icónicas y que son recordadas por deportistas y aficionados.

En esta nota te contaremos los cinco casos más históricos de las mascotas de diferentes Juegos Olímpicos en diferentes épocas.

Las mascotas de los Juegos Olímpicos

• En los Juegos Olímpicos de invierno de Grenoble de 1968 la mascota se llamaba Shuss y era una bola roja sobre unos esquís que tenía el cuerpo con la forma de un rayo y hacía zig zag sobre un pie. El diseño de esta mascota oficial fue de la animadora Aline Lafargue.
• La primer mascota oficial de los Juegos Olímpicos de verano fue Waldi, un perro salchicha que debutó en los juegos de Munich 1972. Winschermann. Este animal formaba parte del equipo del diseñador Otl Achter, responsable de la identidad gráfica de estos juegos.
• En Moscú 1980, se dio a conocer una mascota olímpica que se convirtió en marca estrella del deporte: el oso pardo Misha. Hasta tiempos actuales, la imagen del oso Misha sigue siendo parte de los souvenirs que se venden en las tiendas de la capital rusa.
• En los juegos de 1984, en la ciudad de Los Ángeles, la mascota fue un águila calva llamada Sam. La mascota tenía una gran similitud con los personajes de Disney aunque llevaba puesto un sombrero y una pajarita con los colores de la bandera de Estados Unidos.

Y por último en este listado de las cinco mascotas más reconocidas de los Juegos Olímpicos, fue Cobi, la mascota oficial de los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992. El diseño lo realizó el ilustrador y diseñador Javier Mariscal.