En esta ocasión, repasaremos tres historias que han sido íconos del pugilismo mundial por haber logrado el éxito y haber terminado en situaciones bastante oscuras con la ley.
Los boxeadores tras las rejas
El argentino Jorge LaHiena Barrios es un claro ejemplo de esta dualidad entre el éxito y el ocaso, que a veces termina muy mal. En su país, fue un gran boxeador en su época pero los problemas personales lo complicaron.
El púgil argentino estuvo preso luego de que con su camioneta impactara a una chica de 20 años que estaba embarazada. En 2012 lo condenaron a 4 años de prisión, pero salió al poco tiempo tras pagar una fianza.
Otro boxeador argentino que estuvo metido en problemas graves fue el recordado campeón Carlos Monzón. En 1988 y tras una situación poco clara, el ídolo popular terminó detenido luego de la muerte de su pareja, la modelo, Alicia Muñiz.
En aquella noche, muy alcoholizado, Monzón arrojó a Muñiz por el balcón de la casa que compartían en Mar del Plata. Fue condenado a 11 años de prisión y en 1995, tras un permiso especial para salir, murió en un accidente de autos.
En tanto, Edwin Antonio Valero Rivas fue un boxeador venezolano muy polémico que, en 2010 y después de ingerir algunas drogas y alcohol, asesinó a su esposa, Jennifer Carolina. Tras quedar preso, se suicidó a los pocos días.
Y uno de los recientes casos es el del boxeador Devin Haney, quien fue detenido en 2023 por tener un arma oculta en su vehículo.
La historia del boxeotienen estos capítulos oscuros que manchan lo noble del deporte de los puños. Muchas veces los excesos llevan a cometer delitos y terminar tras las rejas.
Periodista con trayectoria de 12 años. Exredactor en El Ciudadano, Sitio Andino y Los Andes. Trabajé en radio en LV4 San Rafael y Radio Cooperativa. En 2023 publiqué mi libro ‘Amor por la naranja (Club Social Las Heras)’. Fan del deporte, sociedad, policiales, política y televisión. Licenciado en Comunicación de la Universidad de Congreso.
