GP de Mónaco 1982: la carrera que nadie quería ganar, ¿por qué?

‘El Gran Circo’ regresa a su ciudad predilecta, la única que es parte de la llamada ‘Triple Corona’ del automovilismo. Aunque mucha gente no la disfruta por televisión, el circuito es histórico y se corre este domingo. Por ello, te contaremos del GP de Mónaco de 1982, la carrera que nadie quería ganar, ¿por qué?

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Todos lo sabemos: Mónaco se gana el sábado, no el domingo. Con autos tan grandes y pesados, es complicado ver rebases en la pista y la parrilla es esencial en la búsqueda de la victoria a menos que llegue la lluvia y ayude, como sucedió con Checo Pérez en 2022. Pero, seguramente en 1982 los casinos se volvieron locos con todos los cambios de líderes que hubo.

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¿Por qué nadie quería ganar el GP de Mónaco de 1982?

Hasta antes de las últimas 3 vueltas, la carrera parecía muy normal. Era el primer Gran Premio que se celebraba sin la presencia del canadiense Gilles Villeneuve, que había muerta en Zolder dos semanas antes. Por ello, el piloto francés René Arnoux ganó la pole position con el fin de dedicarle su triunfo.

Arnoux controló la carrera y llegó a poner 7 segundos de ventaja sobre su compañero y compatriota Alan Prost. Sin embargo, para la vuelta 14, perdió el control de su monoplaza y se estrelló en la curva de la piscina, así que su motor se detuvo.

El liderato pasó a manos de Prost, quien no soltó por casi todo la carrera ese primer lugar. Sin embargo, apareció la siempre temida lluvia en el principado a solo dos vueltas de recibir la bandera de cuadros. El francés chocó contra la barrera al salir de la Chicana del Puerto y ahora el líder era el italiano Riccardo Patrese.

Rumbo a la victoria, Patrese perdió el auto en el tramo entre Mirabeu y Loews, así que el monoplaza giró y teminó apuntando con la nariz en sentido contrario a la pista. El francés Didier Pironi de Ferrari tomó el regalo, pero no pudo completar ni un giro porque su auto se quedó sin combustible en el túnel.

¿Nadie quería el liderato? El irlandés Derek Daly tuvo su chance, pero se accidentó; también le tocó al italiano Andrea De Cesaris, pero una vez más, el auto se quedó sin gasolina. Patrese recuperó la punta y cruzó la línea de meta sin saber que había ganado. Su victoria fue controversial porque fue ayudado por los comisarios a regresar al circuito.

Patrese se llevó la primera victoria de su carrera; Ferrari hizo homenaje a Villeneuve con el podio de Pironi mientras que Andrea de Cesaris también obtuvo su primer trofeo de triunfadores. Así fue como se llevó a cabo el GP de Mónaco de 1982, la carrera que nadie quería ganar y que seguro puso los pelos de punta a todos los que la vieron.

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