Mostrando una faceta más abierta desde lo personal, el boxeador tapatío Saúl Canelo Álvarez se animó a hacer pública una faceta oculta de su vida, pensando en dejar una lección para que no repitan sus hijos. De cara a las entrevistas y a la campaña de promoción de su próxima pelea del 6 de mayo, donde expondrá sus coronas de peso supermediano (AMB, CMB, FIB y OMB) frente al zurdo inglés John Ryder (32-5-0, 18 KO), Álvarez confesó que le apenaba no haber terminado sus estudios y que esto lo había ocultado a sus hijos para que no repitieran su experiencia.
| Canelo se preocupa por el futuro de sus hijos. Fuente: Instagram @Canelo
En charla con el periodista estadounidense Graham Bensinger, especialista en entrevistas intimistas con deportistas encumbrados, Canelo reveló: “Nunca me gustó la escuela. Iba nada más por ir. Cuando debuté profesional a los 15 años estaba en secundaria, y ya estaba solo, tenía dos años que se habían separado mis papás, y podía decidir lo que sea. No me arrepiento de lo que hice, nunca le digo a mis hijos eso, porque ellos tienen que estudiar, lo mío fueron otras circunstancias”.
En otra entrevista, el múltiple campeón mundial dejó entrever que nunca se sintió cómodo en el sistema educativo, y hasta que fue víctima de bullying. Esto, sumado a su pasión precoz por los gimnasios de boxeo, sirvió para que no completara su escolaridad.
| Afiche oficial de la pelea entre Álvarez y John Ryder. Fuente: Instagram @Canelo
Saúl Álvarez (58-2-2, 39KO), de 32 años, expondrá las cuatro coronas que posee en la categoría supermediano frente al británico John “Gorilla” Ryder en el estadio Akron, de Zapopan, Guadalajara, el próximo 6 de mayo. La idea de realizar este pleito en tierras tapatías se debe a que se pensó en que forme parte de los festejos del bicentenario de la ciudad de Guadalajara.
Canelo subirá al ring ante su gente, luego de 11 años de pelear exclusivamente en el extranjero. Su última presentación en tierras mexicanas fue el 26 de noviembre, cuando derrotó antes del límite a Kermit Cintrón en la Plaza de Toros Monumental, de la ciudad de México. Allí defendió su corona superwelter del Consejo Mundial.
