La estremecedora confesión de Julio César Chávez por sus adicciones: "Quise..."
El campeón mexicano reveló momentos escalofriantes de su carrera profesional24 de marzo, 2023 | 10:09 a.m.El múltiple campeón del mundo Julio César Chávez no deja de sorprender cada vez que habla de su vida en torno al boxeo. Su trayectoria sobre el ring lo llenó de lujos y placeres que pudo conquistar, pero le presentó peleas en su vida cotidiana que con mucho esfuerzo logró sortear. Recientemente confesó que estuvo a punto de quitarse la vida, en momentos en que las adicciones y otros problemas lo tenían contra las cuerdas.
Julio César Chávez González, una de las máximas glorias que dio el boxeo mexicano, desarrolló su carrera profesional entre 1980 y 2005. En esta etapa, logró imponerse a sus rivales y así obtener títulos mundiales en tres diferentes categorías de peso: Superpluma, Ligero y Superligero. Actualmente, tiene 60 años y se desempeña como analista de boxeo en televisión.
Como la mayoría de los boxeadores, su vida bajo el cuadrilátero no fue de lo más fácil. Excesos, fiestas, adicciones y problemas legales lo pusieron contra las cuerdas en reiteradas oportunidades y lo llevaron a un temible límite. En una entrevista cedida al podcast “Un Round Más”, Julio César Chávez González dio detalles escalofriantes de aquellos momentos.
La estremecedora confesión de Julio César Chávez
El mítico ex boxeador contó que llegó a un momento en su vida en que lo tenía todo, pero se sentía solo, vacío. La gloria alcanzada con su profesión también le trajo adicciones y otros excesos que lo llevaron a pensar que “después de tener millones de dólares, de tener avión privado, después de tener yates, mansiones, lo perdì por mi adicción. Al final verte en tu casa solo como los perros, dices ‘a la madre’, es ahí donde yo estuve a punto de quitarme la vida”, se sinceró Julio César Chávez.
En este contexto, Julio César Chávez afirmó que entró en depresión. “Me acababa de demandar mi esposa, luego me viene una demanda de Don King. Mi codo lo tenía casi podrido. Andaba bien loco”, relató y detalló que tuvo entre sus manos un arma, que gatilló dos veces sin que la bala saliera y que al tercer intento el arma sí disparó, pero su cuñado Michael “me mueve el arma hacia arriba y cuando salió el balazo me tumbó todos los pelos del cráneo”. La vida le daba revancha, como en el boxeo.