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Greenpeace culpa al gobierno de AMLO y la termoeléctrica de Tula por "exceso de contaminación"

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En el marco del Día de la Tierra, Greenpeace México voló un globo aerostático con la etiqueta "Exceso de contaminación", sobre la termoeléctrica de Tula, Hidalgo, la cual -según la organización- es un ejemplo de los daños que ocasionan los combustibles fósiles.

"Esta es una central termoeléctrica que utiliza combustóleo, lo que produce emisiones muy grandes de dióxido de azufre, de carbono negro y de material particulado PM2,5, que tienen implicaciones muy graves para la salud humana y para el medioambiente", explicó el especialista en energía y cambio climático de Greenpeace, Pablo Ramírez, en entrevista para la agencia de noticias EFE.

Globo aerostático de Greenpeace

Con la manifestación pacífica, a través del globo aerostático con la enorme etiqueta, Greenpeace México quiso evidenciar que la termoeléctrica quema combustóleo con contenido de 3.9 por ciento de azufre en masa, rebasando el límite establecido por ley, que es de 2 por ciento.

Además, Ramírez aclaró que estas instalaciones son solamente un ejemplo de las muchas que existen en el país, que se está viendo rezagado internacionalmente en la transición energética debido al rumbo que esta tomando el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en esta materia.

Este modelo, dijo el especialista, "no puede continuar" y debe sustituirse por uno que transite hacia las energías limpias.

"Lo que ha ocurrido con la política energética en materia eléctrica es que se ha supeditado a la refinación. El combustóleo es un combustible residual en el proceso de refinamiento. Actualmente tenemos muchísimo, un excedente que no se usa prácticamente en ningún lugar del mundo por su alto contenido en azufre", resaltó.

Juste este jueves, 22 de abril, en la Cumbre de Líderes sobre el Clima, López Obrador resaltó que el petróleo que está descubriendo México lo destinará a cubrir la demanda de combustibles del mercado interno y acabará con la práctica de exportar petróleo crudo y comprar gasolinas, con el fin de evitar el uso excesivo de combustibles fósiles.

Además, dio a conocer que el país está modernizando sus plantas hidroeléctricas, para reducir el uso de combustóleo o carbón en la producción de electricidad.

Sin embargo, para Greenpeace México estas declaraciones no son suficientes, y menos estando frente a la termoeléctrica de Tula, donde se distingue el largo camino que recorre el humo contaminante que sale de una de sus chimeneas.

"Hasta que no se vea plasmado en una prohibición explícita del combustóleo no servirá para proteger la salud y el medioambiente. (...) La declaración que hace el presidente creemos que es una buena señal pero hasta que esto no cambie al final solamente será discurso", subrayó Pablo Ramírez.

Con información de EFE y Radio Fórmula

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