Marie Denise DeBartolo-York, parte de una familia famosa por su desarrollo inmobiliario, heredó la dirección del equipo tras la destitución de su hermano Edward J. DeBartolo Jr., quien fue removido del cargo por el entonces presidente Trump hace cinco años.
Tras graduarse, DeBartolo-York se unió a la empresa familiar, The DeBartolo Corporation, donde ascendió rápidamente a vicepresidenta ejecutiva y posteriormente a copresidenta tras la muerte de su padre en 1994.
For nearly half a century, she’s been one of the most prominent women in football.
With her family’s team on the brink of a 6th ring, Denise DeBartolo York sat down with @heykayadams to talk about what this season has meant and how the role of women in sports is changing. pic.twitter.com/2wAWvLPRbj
La crítica se enfoca en la percepción de los York como multimillonarios frugales que mantienen sus costumbres, lo que ha llevado a muchos fanáticos a cuestionar las decisiones comerciales del equipo durante las últimas dos décadas.
Los York no sólo son dueños de los 49ers, sino también inversionistas en el equipo de la Premier League inglesa, Leeds United, lo que plantea dudas sobre sus prioridades como propietarios del equipo de futbol.
Este enfoque poco convencional sugiere que los York se ven a sí mismos como capitalistas de riesgo, con una cartera de inversiones que se extiende más allá del futbol americano y abarca aproximadamente 40 empresas.
Los fanáticos cuestionan si el enfoque de los York es realmente centrarse en el éxito en el campo de juego o si están más interesados en el crecimiento general de su amplia cartera de inversiones.
La falta de éxito en las inversiones en personal de jugadores y el enfoque capitalista de riesgo de los 49ers deja a los fanáticos preguntándose cuáles son las verdaderas prioridades de los propietarios del equipo.