El mensaje inspirador de la leyenda olímpica que tocó fondo y hoy busca ayudar
Michael Phelps habló a corazón abierto y conmovió al mundo del deporte con sus revelaciones.17 de agosto, 2023 | 08:39 p.m.Michael Phelps batió el récord de la mayor cantidad de medallas Olímpicas ganadas. Hoy tras sufrir una gran depresión que lo llevó a pensar en acabar con su vida, quiere ayudar a otros a salir de ese lugar y a entender lo que les pasa.
A los 10 años ya era considerado un atleta de nivel nacional, a los 15 años, el nadador se presentó por primera vez en los Juegos Olímpicos de Sydney 2000.
En el 2008 fue cuando se hizo conocer por el mundo, ganó 8 medallas de oro por su actuación en los 200 y 400 metros combinados; 100 y 200 metros mariposa; 200 metros libres; relevos 4x100m y 4x200m libres; relevos 4x100m combinados y los 200 metros libres con tiempos impensados hasta ese entonces.
Aquí fue cuando el dueño de la nueva marca mundial afirmó: “Los récords se inventaron para batirlos” tras vencer a Mark Spitz, de Estados Unidos quien era el portador del récord desde 1972 con 7 medallas doradas.
En 2012 en Londres logró seis preseas más, cuatro de oro y dos de plata. Y fue en ese momento que sus problemas de salud comenzaron, el joven deportista comentaba en una conferencia en 2018 que sorprendió a todo el mundo: “No quería nadar más, ni siquiera quería vivir más… Entonces pensamos en el suicidio”, luego agregaba: “Creo que hay que entender que está bien no estar bien. Había una parte de mí que ya no quería vivir”.
Ese fue el momento en que se desató el infierno en la vida del deportista, conoció las adicciones a las drogas y el alcohol, paso momentos de gran soledad y hasta estuvo encerrado en una habitación por cinco días, conviviendo con sus monstruos internos.
“Había una parte de mi vida que no quería seguir viva”, confesó hace un tiempo en diálogo con la cadena CNN, durante una entrevista en la que puso sobre la mesa sus problemas con la depresión y la salud mental, ya retirado del alto rendimiento tras los Juegos de Río 2016.
Como sucede cada vez que un ídolo tiene un problema, la sociedad lo baja del pedestal y comienzan con los castigos, el caso de Michael no fue distinto. Una foto fumando cannabis en una pipa que se hizo viral, fue lo único que necesitaron sus fanáticos para descartarlo, sin conocer las causas y motivos que lo habían llevado a esa situación.
Una luz en el túnel de la depresión
“Es como estar al lado de Messi. Verlo nadar antes del evento en el US Open fue mágico. Verlo, era ver nadar un delfín”, afirmaba a Infobae la nadadora Agustina De Giovanni, que fue parte de la delegación argentina que compitió en los Juegos Olímpicos en Beijing
Luego la argentina continuó contando: “Ver el proceso y verlo lograr todo lo que se propuso fue increíble. Tengamos en cuenta que, como él mismo confesó, estuvo tres años seguidos nadando los 365 días del año. O sea, no paró siquiera una jornada para descansar en su entrenamiento”.
La experta nadadora relata lo que recuerda de la época más oscura de Phelps y cuenta: “No sólo él dijo ‘me pasa esto’, sino que en la segunda etapa involucró a la mujer y contó cómo es el día a día de vivir con alguien que todavía atraviesa depresión, y que explicó a la gente su relación con la familia y cómo les cuenta a sus hijos que puede no tener un buen día. O sea, normalizó un tema tabú en el mundo del deporte y en la sociedad”, analizó Agustina.
“Yo estaba en EEUU cuando se difundió la famosa foto en la que estaba consumiendo. Ellos fueron muy crueles con él por su éxito. Lo que hizo Phelps fue ponerle un nombre a la problemática. Salió hablar, es presidente de una fundación que ayuda a personas que tienen problemas mentales. Lo puso en un lugar de luz, le dio visibilidad y entendimiento a una situación que viven miles de personas y a su vez los atletas”, agregó.
La infancia de Michael Phelps, del TDAH al récord olímpico.
Para entender cómo llegó de ese estado depresivo, a ser el hombre que hoy dice: “Quiero cambiar el deporte de la natación. Quiero que la gente hable de ello, piense en ello y tenga ganas de verlo. Quiero que quieran saltar y hacerlo. Ese es mi objetivo”. Tenemos que conocer la vida del nadador desde sus inicios.
- Los que conocieron a Michael de pequeño pueden asegurar que siempre buscaba la manera de llamar la atención, de que todas las miradas estuvieran en él, su madre su madre Deborah contó al New York Times durante el éxito en los JJOO de 2008 ″Hacía 25 millones de preguntas y, si no pasaba con su triciclo, estaba columpiándose como los monos”
- En los primeros años de escuela, sus docentes no sabían como manejarlo, hacerlo callar era un desafío imposible de cumplir. Siempre buscando que estuvieran pendientes de él, Michael daba codazos a sus compañeros e intentaba distraer la clase con sus ocurrencias.
- En uno de los libros que escribió “Bajo la superficie: Mi historia” (Beneath the Surface: My Story), el ex nadador explicó que hablaba demasiado rápido y que no miraba a los ojos a las personas cuando le hablaban. “Simplemente no me podía quedar quieto, se me hacía difícil enfocarme en una cosa a la vez. Tenía que ser parte de todo”, recuerda Michael en una de las citas.
- Con esta dificultad que ya avizoraba un trastorno de la conducta, sumado a las emociones y conflictos que despierta un divorcio, sus padres se separaron. Sin saber que más hacer su madre fue la que lo inició en este magnífico deporte cuando lo llevó a un centro de natación donde iban sus dos hermanas.
- En su libro publicado en 2004, mismo año que ganó ocho medallas (seis de oro y dos de plata) en los Juegos de Atenas, Phelps recuerda ese momento en que su madre lo acercó a la natación: “Puede que usted piense que el primer día que toqué el agua me convertí en algo así como un delfín y que nunca más quise salir de la piscina… De ninguna manera. Lo odiaba. Me refiero a gritos, patadas y puñetazos, y a odiar las gafas de natación”
- Finalmente fue en la escuela primaria tras los dichos de una maestra que aseguró que Phelps nunca iba a lograr concentrarse cuando se le diagnóstico el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH).
- Con este diagnóstico en mano, las cosas comienzan a cambiar para el deportista, según lo explicó en su primer libro: “Una vez que descubrí cómo nadar, me sentí muy libre. Podía nadar rápido en la piscina, en parte porque al estar allí mi mente se calmaba. En el agua me sentí en control por primera vez. Mi mamá estaba encantada de que yo nadara porque quería que gastara tanta energía como fuera posible”.
- “Lo que significó la decisión de Phelps de hablar sobre lo que atravesó en su carrera fue decir la verdad. O sea, abrió un nuevo capítulo en el mundo del deporte. Él ya tenía su capítulo en el libro por todo lo que logró en la natación, pero fue capaz de empezar un párrafo nuevo relacionado al daño mental que te da nadar ocho horas por días durante 20 años”, concluyó Agustina De Giovanni.
- “Vivo la vida un día a la vez” remarca Michael Phelps cuando cuenta su experiencia. El ex deportista en la actualidad es parte de la cadena NBC como comentarista en las grandes citas de su deporte, ya sea en Mundiales, Juegos Olímpicos o a la hora de los famosos trials de la natación en su país.
- En esta lucha que lleva “día a día” el ganador de 27 títulos mundiales y logró 39 récords del mundo en el agua, habla de la importancia de sentirse acompañado y apoyado, respecto de su esposa Nicole, ex modelo y Miss California, afirma en una nota con CNN: “Es mi todo, mi roca. Definitivamente no sería quien soy sin ella. Ella fue alguien que realmente me ayudó en mi tiempo más oscuros”.
Desde el lugar privilegiado que hoy ocupa, donde tiene llegada a gran cantidad de personas que lo admiran Michael aprovecha cada oportunidad para hablar de salud mental: “Me gustaría ser capaz de salvar una vida, si puedo. Para mí eso es más importante que ganar una medalla de oro”.