Gatitos: ¿Por qué no debes abrazar a tu michi?, expertos responden

Los gatitos son animales que, desde siglos pasados, se consideran como animales de caza. Es decir, desde los últimos años estos felinos han comenzado a ser domesticados, aunque esto no quiere decir que olviden su naturaleza. Por ello, cuando se sienten amenazados tienden a enseñar sus garras e inclusive a arañar.

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Sin embargo, las personas que tienen como mascota a uno o más gatitos como Belinda, se darán cuenta que en pocas ocasiones se dejan abrazar por su amo, pero esto no significa que no lo quieran o le tengan confianza (aunque no se descarta la posibilidad), sino simplemente sienten incómodos ante el contacto físico, como si estuvieran acorralados.

¿Por qué los gatos no se dejan abrazar?

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Los michis tienen muchas particularidades que los hacen únicos en su especie, debido a que, además de ser en algunas ocasiones muy juguetones persiguiendo a los ratones o poder bañarse como el gato con botas, también tienen ´poderes´ como saber si se aproxima un temblor o una tormenta.

Sin embargo, una de sus características especiales es que tienden a ser un tanto independientes, lo cual tiene como consecuencia que no les guste que sus amos estén detrás de ellos en todo momento, como puede ser al querer acariciarlos cada que lo ven o abrazarlos durante todo el día. Cabe especificar que en algunos momentos los gatitos buscan que sus dueños los mimen e incluso los siguen a todo lugar.

Pero, te has preguntado por qué estos felinos no se dejan abrazar, de acuerdo con los expertos en veterinaria zootecnista, existen varias razones por las cuales los gatitos no se dejan abrazar o tocar, entre ellas es por la confianza que generan en su dueño. A continuación, te contaremos algunas de las razones que le dan respuesta a esta interrogante,

• Se sienten inseguros: en algunos casos, los gatos prefieren tener sus patitas en el suelo, debido a que les provoca una sensación de estabilidad.
• Se ponen nerviosos: como respuesta de la razón anterior, los mininos optan por evitar que los rodees con tus brazos para no hacerte daño, ya que tienden a sentirse acorralados, lo que les provoca realizar movimientos bruscos que podrían lastimarte, como arañarte.
• Los lastimas: inconscientemente a la hora de dar un abrazo, no alcanzamos a medir la fuerza con la que realizamos la acción, lo cual podría lastimar a un tercero, lo mismo sucede con los gatos, al tener un cuerpo más pequeño que el tuyo, podrías llegar a apretarlo un poco de más al no agarrarlo bien.

Aunque dentro de las posibilidades está no tenerle confianza e inclusive que no sienta un cariño hacia su amo, gracias al comportamiento diferente de cada gato, te podrás dar cuenta del afecto que tu michi tiene hacia ti.

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