La década de oro de la Copa América: pasión y gloria en los años 50
Argentina y Uruguay brillaron con luz propia, mostrando estilos de juego que dejaron huella en la historia de la justa continental. 06 de junio, 2024 | 06:01 p.m.La Copa América, el torneo de selecciones más antiguo del mundo, vivió en la década de 1950 una serie de ediciones que marcaron la historia del futbol sudamericano. Estas competiciones no solo fueron campos de batalla para los grandes equipos de la región, sino que también reflejaron el contexto histórico y cultural de una América Latina en pleno cambio.
Copa América 1955: Santiago como escenario
La Copa América 1955 se celebró en Santiago, Chile, del 27 de febrero al 30 de marzo. En un momento en que el continente se encontraba en una fase de transformación y desarrollo, Argentina dominó el torneo con su estilo ofensivo y técnico. Participaron en la justa seis equipos: Argentina, Chile, Ecuador, Paraguay, Perú y Uruguay, en un formato de todos contra todos.
Argentina se coronó campeón al sumar 8 puntos, destacándose como máximo goleador Rodolfo Micheli con 8 tantos. Fue una copa cargada de pasión, donde los argentinos, liderados por Micheli, desplegaron un futbol que combinaba fuerza y destreza, dejando una huella imborrable en el corazón de los aficionados.
El reconocido escritor argentino Jorge Luis Borges capturó el espíritu del futbol sudamericano cuando dijo: “el futbol es popular porque la estupidez es popular”. En 1955, sin embargo, la brillantez del equipo argentino demostró lo contrario. En medio de un Chile que emergía tras las secuelas de la Segunda Guerra Mundial, el futbol era un respiro, una válvula de escape y una fuente de orgullo nacional.
Tabla final:
- Argentina: 8 puntos (4 victorias, 0 empates, 1 derrota; 19 goles a favor, 8 en contra)
- Chile: 7 puntos (3 victorias, 1 empate, 1 derrota; 12 goles a favor, 6 en contra)
- Perú: 6 puntos (3 victorias, 0 empates, 2 derrotas; 9 goles a favor, 6 en contra)
- Uruguay: 5 puntos (2 victorias, 1 empate, 2 derrotas; 11 goles a favor, 9 en contra)
- Paraguay: 4 puntos (2 victorias, 0 empates, 3 derrotas; 12 goles a favor, 11 en contra)
- Ecuador: 0 puntos (0 victorias, 0 empates, 5 derrotas; 7 goles a favor, 20 en contra)
Copa América 1956: Montevideo y la gloria ‘Charrúa’
En 1956, Montevideo se vistió de fiesta para recibir la Copa América, disputada del 21 de enero al 15 de febrero. Este torneo marcó el regreso de Uruguay a la cima del futbol sudamericano. Cinco equipos compitieron en formato de todos contra todos: Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay.
Uruguay se alzó con el título con 8 puntos, destacando el goleador Javier Ambrois con 9 goles. Este triunfo reafirmó la mística de la “garra charrúa”, esa capacidad innata de los uruguayos para pelear hasta el último minuto con un coraje inquebrantable.
El escritor Mario Benedetti, reflejando el espíritu uruguayo, decía: “el futbol es una táctica, una estrategia, pero sobre todo es corazón”. Esta edición del torneo encapsuló perfectamente esa filosofía. Uruguay, con su estilo aguerrido y apasionado, se alzó con la victoria, en un contexto donde el futbol era un faro de identidad nacional en tiempos de incertidumbre política y social.
Tabla final:
- Uruguay: 8 puntos (4 victorias, 0 empates, 0 derrotas; 15 goles a favor, 3 en contra)
- Chile: 6 puntos (3 victorias, 0 empates, 1 derrota; 10 goles a favor, 7 en contra)
- Argentina: 4 puntos (2 victorias, 0 empates, 2 derrotas; 7 goles a favor, 7 en contra)
- Brasil: 2 puntos (1 victoria, 0 empates, 3 derrotas; 6 goles a favor, 10 en contra)
- Paraguay: 0 puntos (0 victorias, 0 empates, 4 derrotas; 4 goles a favor, 15 en contra)
Copa América 1957: Lima, el Espectáculo Argentino
La Copa América 1957 se jugó en Lima, Perú, del 7 al 28 de marzo. Argentina volvió a brillar, ganando el torneo con un futbol vistoso y ofensivo. Participaron siete equipos en formato de todos contra todos: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Perú y Uruguay.
El máximo goleador del torneo fue Humberto Maschio de Argentina, con 9 goles. Este torneo es recordado por el surgimiento de una generación dorada de futbolistas argentinos, incluyendo nombres como Alfredo Di Stéfano y Omar Sívori. La selección albiceleste no solo ganó el torneo, sino que también lo hizo con un futbol vistoso y ofensivo que enamoró a los aficionados.
Gabriel García Márquez, quien siempre tuvo un ojo agudo para las pasiones humanas, bien podría haber descrito esta selección como “una crónica de una victoria anunciada”. El estilo de juego argentino en 1957 representaba el arte y la elegancia en el futbol, en una América Latina que empezaba a experimentar el auge de las culturas juveniles y una nueva ola de movimientos artísticos.
Tabla final:
- Argentina: 10 puntos (5 victorias, 0 empates, 1 derrota; 25 goles a favor, 6 en contra)
- Brasil: 9 puntos (4 victorias, 1 empate, 1 derrota; 20 goles a favor, 7 en contra)
- Uruguay: 8 puntos (4 victorias, 0 empates, 2 derrotas; 14 goles a favor, 11 en contra)
- Chile: 7 puntos (3 victorias, 1 empate, 2 derrotas; 15 goles a favor, 12 en contra)
- Perú: 4 puntos (2 victorias, 0 empates, 4 derrotas; 13 goles a favor, 16 en contra)
- Colombia: 2 puntos (1 victoria, 0 empates, 5 derrotas; 7 goles a favor, 23 en contra)
- Ecuador: 0 puntos (0 victorias, 0 empates, 6 derrotas; 4 goles a favor, 23 en contra)
Copa América de 1959: ‘Inédito! un año, dos copas
El año 1959 fue excepcional en la historia de la Copa América, con dos torneos en un solo año.
La primera edición se celebró del 7 de marzo al 4 de abril, con participación de Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Paraguay, Perú y Uruguay, en formato de todos contra todos.
El máximo goleador fue Pelé de Brasil, con 8 goles.
Argentina desplegó un juego vibrante y ofensivo, coronándose campeona en su propio suelo. Con jugadores como José Sanfilippo y Pelé de Brasil, cada partido en el estadio Monumental se vivió como una obra maestra del futbol, donde la habilidad y la táctica se fusionaron en un espectáculo inolvidable.
Resurge Uruguay
La segunda edición de 1959, realizada en Guayaquil, Ecuador, del 5 al 25 de diciembre, fue testigo del resurgimiento de Uruguay. Con un equipo sólido y decidido, los charrúas conquistaron el título invictos, reafirmando su histórica “garra” y tenacidad.
Los encuentros en el estadio George Capwell resonaron con el fervor de una América Latina que, en medio de sus transformaciones sociales y políticas, encontraba en el futbol una fuente de orgullo y esperanza.
Como bien dijo el célebre escritor uruguayo Mario Benedetti: “El futbol es una táctica, una estrategia, pero sobre todo es corazón”. Estas dos ediciones de Copa América en 1959 fueron la encarnación de esta verdad, uniendo a millones bajo la bandera de la emoción y la belleza del futbol, donde cada gol y cada jugada se convirtieron en símbolos de la resiliencia y el espíritu indomable de sus pueblos.